Masajes profundos
Barbarella
Nota: Este es un relato escrito conjuntamente entre Barbarella y Rupert. Como el sistema del blog no me permite colocar la autoría a los dos, dejaremos ese pequeño privilegio a Barbarella por cortesía caballeresca, porque llegó primero y porque está más buena.
Barbarella
Tengo la espalda como un ocho, mi último escarceo fué un fracaso, si ya me lo dice mi ama, los sofás-cama no son para dormir… Menos mal que mi amigo Gaizka me ha recomendado un masajista de esos de deportistas de élite. Me ha asegurado que me va a dejar como nueva y con la sonrisa puesta. Ya me lo estoy imaginando, un masculino fuerte de manos grandes, moldeándome ummm, bueno dejaré de visualizar que me entretengo, y no quiero llegar tarde XXDXD. Lo importante es que sea un profesional como me han prometido. Me ha costado un poco conseguir cita, sus servicios están muy demandados, y eso que recibe en su casa, buena señal. Expectante me presenté en su casa…
Rupert
Gaizka, uno de mis clientes, me ha estado machacando toda la semana para convencerme de que busque un hueco en la agenda para una amiga suya que lo necesita con urgencia, bastante estoy yo ocupado todo el mes para otro cliente más, entre estudiar y los masajes, casi no tengo tiempo ni para sexo… uff… ahora que lo pienso… joder, 3 semanas sin… voy a explotar… pero este mes estoy tan a tope que no tengo tiempo ni de salir, a ver si termino ya los exámenes, porque o me viene el polvo a casa… o este mes estoy en blanco.
Suena el timbre
Ahí llega la amiga de Gaizka, abro la puerta… una mujer de casi mi altura, ojos claros, pelo castaños, con las curvas que a mí me gustan. Pues mira, sí…. Viene el polvo a casa
Barbarella
Brutal, el tío está simplemente brutal, si es que no puedo dejar de imaginármelo desnudo. Mejor me tranquilizo que he venido por un masaje, no por un “empotring”, aunque pensándolo bien, si pudiera fusionar las dos cosas sería un triunfo. Amigo Gaizka, creo que te voy a pasar a la lista de mejores amigos, una recomendación como esta lo merece. Bueno, mejor me desnudo, me tumbo y me dejo hacer. Hombros, columna, cintura… entretente todo lo que quieras, guapito, vas muy bien. Umm, sin duda el chico sabe hacer su trabajo, ains a ver si dejo de pensar, tengo que poner la mente en blanco, concéntrate Barbarella, y yo preocupada por si me iba a hacer daño.
Rupert
Parece que está disfrutando con el masaje de piernas, la verdad es que tiene toda la musculatura bien congestionada, uff… cada vez que me acerco a su interior del muslo, noto como contrae involuntariamente el glúteo.
Barbarella
Genial, sí, por las piernas, que después de los intensivos de danza del finde pasado casi ni las siento. Ups, sí que es meticuloso el masculino, no deja recoveco sin masajear. ¿Será una muestra de sus intenciones? Ojalá jeje. Mejor dejo de fantasear que luego me desilusiono, aunque mientras fantaseo disfruto y disfruto mientras fantaseo…
Rupert
Dejo las piernas y me centro en glúteo, ese turgente y redondo culito, poso mis manos, bajo suavemente por el canalillo y separando los dedos hacia el exterior a medida que me acerco a su sexo… repito varias veces, acercándome más a él, miro su cara, tiene los ojos cerrados y está mordiéndose el labio inferior, esta vez llego hasta el final, acariciando sus labios inferiores ya húmedos, oigo un gemido de alivio, introduzco sus dedos dentro de ella, noto como se agarra fuertemente a la camilla y sube un poco su culo, está muy, muy húmeda.
Barbarella
Llegué a pensar que nada mejor que una fémina para “tocar” a una fémina, pero este, sin duda, tiene un don. Se acerca lentamente, ummm esto ya no es un masaje, es mucho mejor, Que no pare por favor que me está encantando.
Rupert
Me detengo en el momento de su máximo placer… le susurro al oído, «primero el masaje, luego continuamos». Me mira fijamente, sorprendida, con esa mirada de “te voy a matar como me vuelvas a dejar a medias”. Sigo por la espalda, usando mis fuertes y expertas manos para dejarla como nueva, me centro en ella durante 30 minutos , lo justo para hacer un buen trabajo y que baje su ritmo cardiovascular después de mi primer contacto con su sexo. Le digo que se gire.
Barbarella
¿Masaje? ¿Quien quiere masaje? Este quiere torturarme, pero ¿no ve cómo me ha dejado? Si es que estoy predestinada, he nacido para que me torturen y me dejen a medias…
¿Luego continuamos? Si yo soy impaciente por naturaleza, ahora voy a estar todo el tiempo pensando en “luego”, lo que es peor, cuanto más lo pienso más me excito, Mente en blanco, voy a poner la mente en blanco y a relajarme para el masaje sea efectivo.
Rupert
Empiezo con un masaje sensual en las plantas de los pies, subiendo por las pierna, parando un ratito en la rodilla, continúo lentamente por el interior de su pierna, poso mi mano izquierda debajo de su ombligo e introduzco mi dedos corazón e índice derecho dentro de ella, le susurro «como separes tus manos de la camilla paro y te dejo de nuevo a medias», se agarra con fuerza a la toalla de la camilla, presiono mi mano izquierda para tener más receptivo su punto G y así estimularlo mejor, uso mis manos expertas para darle placer.
Barbarella
Sube lentamente por mis pies, piernas, ombligo, más abajo, ummm creo que ya es “luego”. Estoy a mil y me amenaza con dejarme a medias de nuevo, ¡maldita crueldad! Pero no, esta historia parece que sí va a tener final feliz, vuelve a la carga, esta vez decidido y sin miramientos y me penetra con sus dedos llegando a ese punto de no retorno que me lleva al clímax.
Rupert
Está extasiada, agotada, anonadada, le ayudo a levantarse de la camilla, me mira fijamente a los ojos.
Barbarella
Al terminar la sesión, le miro y le susurro al oído «Dame un bono de 10 que voy a venir todas las semanas».