5 razones por las que no me empalmo haciendo fotos de desnudos
Hieros Gamos
Soy fotógrafo, más aficionado que otra cosa. Artista en general aunque suene un tanto pomposo, pero es verdad, llevo toda la vida dedicándome a las artes de una manera u otra. Hace años pintaba, disfrutaba de la magia de crear algo de la nada con tan poca cosa como un lienzo y unos pocos pinceles. Ahora debido a las circunstancias que me han tocado no pinto desde hace años, pero he podido centrarme en la rama fotográfica.
Sea como sea, tanto en mi época de pintor como en la de fotógrafo he trabajado sobre todo el desnudo. Me encanta la magia de la luz sobre el cuerpo humano, la forma sutil en la que se generan las luces y las sombras y el inmenso abanico de posibilidades que da en cuanto a temática y expresión, desde el desnudo más abstracto hasta lo más pornográfico pasando por el glamuroso, el naturista, erótico o romántico.
Foto: Flickr
La cuestión es que desde el principio, cuando he comentado lo que hago o mostrado el trabajo que realizo siempre obtengo el mismo comentario cerril ¿y no te pones cachondo haciendo las fotos? Que cabrón, te pondrás las botas. ¿y no te empalmas con las tías ahí en pelotas? La respuesta es sencilla: no, cojones. Ni me empalmo ni me excito ni pienso en las maneras en las que me la follaría o en los modos de engañarla para follármela. No lo hago, ni yo ni ningún otro fotógrafo medianamente profesional y os voy a dar cinco buenas razones por las que no ocurre:
1- Porque tienes otras preocupaciones.
Sorpresa, cuando estás haciendo un reportaje de fotos tu trabajo no consiste en mirar por la cámara y pulsar un botón. Tienes que estar pendiente de muchas cosas: la pose de la modelo, como pone las manos o los pies, que suba el hombro, que mueva la cadera, levanta la barbilla, ese foco no va bien, el otro le hace una sombra rara, voy a probar con un difusor, no encuentro el maldito paraguas, aquí convendría ponerle un collar o algo, espera que me agacho para buscar el encuadre, mierda de lumbago que no me deja agacharme… en serio, son demasiadas cosas como para estar pendiente de si tengo delante una muchacha desnuda o vestida de faralaes.
2- Porque se te notaría.
Pues sí, claro que se te notaría so guarro. igual te piensas que eres un hacha en el noble arte del disimulo o que simplemente ella está embobada con tus destrezas fotograferas o tu impecable discurso sobre la difusión de la luz en el especular del cuerpo. Pues va a ser que no. Como andes con el ciruelo juguetón ella se va a dar cuenta y es muy probable que no le haga gracia. El escenario en el que ella pone cara de tonta, sonríe al verte el paquete y se agacha frente a ti bajándote la cremallera del pantalón, es algo que sólo pasa en las pelis porno. Tú te vas a llevar una hostia bien dada.
3- Porque no es ético.
Te sorprenderá saber que la ética en tu vida es algo importante y cuando se trata un tema un poco delicado como este más aún. Si Te dedicas a hacer fotos de desnudos con afán libidinoso estás poniendo en entre dicho tu propia dignidad y reputación como fotógrafo, estás jugando con la intimidad de una persona que ha decidido ponerse con fe ciega en tus manos (no literalmente en tus manos, que es lo que a ti te gustaría, gocho) y además estarías denostando a todos los fotógrafos profesionales que se dedican a esto. Entonces un día el gremio de fotógrafos te mandarán saludos de su parte a través de Vladimir y Sergey.
4- Porque sería vergonzoso.
¿Te has planteado lo que pasaría si te empiezas a poner palote en mitad de una sesión? no lo has hecho bien. Imagínate que tu pequeño Willy decide despertarse y hacer el saludo al Sol, imagínate que ella se da cuenta y se cabrea, te empieza a decir de todo menos fóllame, te monta un espectáculo, se arranca por bulerías a tirarte cosas a la cabeza como la banqueta, un foco o el hacha danesa que tenías de atrezo. O lo que es peor, decide reírse de ti y de tu incompetencia como el pardillo que en realidad eres.
5-Porque no es práctico.
Piénsalo bien, consigues engañar a una pobre muchachica incauta para que te pose vestida por el cielo, entonces tu te frotas las manos como una mosca frente a una mierda caliente. Te pones a ello, pon la pierna aquí, la mano allá, joder que buena está, que culo, que tetas, que chumino… entonces al final de la sesión no te la has follado (te lo aseguro) y tienes un dolor de pelotas considerable, todo esto para acabar haciéndote una gayola triste, y esto sin contar que a las modelos pro hay que pagarlas. ¿No habría sido más provechoso irte de putas o simplemente buscarte una vida más digna?
Y por último y como cierre un motivo extra: porque no soy un adolescente sobre hormonado… es más, ni siquiera cuando era un adolescente sobre hormonado me ponía cachondo haciendo estas fotos.