Los superhéroes de los cómics están de moda. Está claro, es imposible ir al cine y que no estén echando alguna de tipos en mallas. Lo curioso de todo esto es que al final estos personajes no son más que arquetipos: una representación general de los atributos clásicos que te puedes encontrar en la especie humana y, en ocasiones, un ideal. Lo que quiero decir es que en la vida real te puedes encontrar a cualquier superhéroe por la calle o por la cama. Os voy a poner cinco ejemplos para ilustrarlo:

El Superman

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Mira que, cuando lo conociste, parecía poquita cosa, con sus gafas enormes, su raya a un lado y esa ropa que parecía habérsela comprado no su madre, sino su abuela. Tú, que te acuerdas de la última entrada de Barbarella, decides apiadarte y probar a follarte un pardillo, pero ¡ay maja!, cuando llegáis a casa. Cierra la puerta, se quita las gafapasta y te revienta contra el mueble de la entrada. Mal has calculado y resulta que este pollo era en realidad un superhombre empotrador disfrazado de enjuto abrazador. Mañana tendrás agujetas pero ahora te da un poco igual.

El Batman

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El Caballero de lo Oscuro, ese tipo misterioso que no te cuenta mucho sobre él, siempre que le ves por la calle viste como un señor, con su traje impecable; y luego en el catre se empeña en follar con las luces apagadas susurrándote al oído, un poco obsesionado con tu agujero oscuro pero oye, tampoco se lo monta tan mal. Que a ti te parece misterioso y sexy hasta que un día llegas pronto a casa y te lo encuentras haciendo la Caidita de Arkham con un muchacho jovenzuelo con cara de petirrojo. En serio, usaba capas, se pintaba los ojos y en realidad nunca quería verte desnuda… ¿de verdad no sospechaste nada?

El Spider-Man

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A este te lo encuentras sobre todo en la adolescencia… o cuando ya has entrado en unos años y te gustan jovencitos. La cuestión es que a este espécimen hace dos días le empezó a salir barba, le cambió la voz el mes pasado y apenas ha entrado en la veintena; vamos, que anda que se sube por las paredes. Está bien porque quieras que no la juventud es un grado, la energía y el empeño que le puede poner es difícil de encontrar en otros amantes. Por otro lado se le ve torpe en sus quehaceres disparando a diestro y siniestro sin mucho tino y queriendo demostrar tanto que al final acaban columpiándose un poco. Además, aún vive con sus padres o sus tíos o qué se yo; vamos, que no tiene un follódromo propio donde echar uno a gusto.

El Iron Man

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Este tío es un crack, es el Hi Tech de los folladores. Tiene juguetes de todas las formas y colores; el que vibra, el que gira, el que calienta, el que enfría… El armario de su dormitorio es como una fiesta tupper sex y en el sexshop del barrio le llaman de tú. Tiene los lubricantes más exclusivos como el de sabor a lágrimas de unicornio y el de efecto empótrame cacho de carne. El problema de este héroe es que lleva mucho tiempo con sus juguetes, demasiado incluso y como resulte que por un azar del destino se quede sin pilas igual te llevas una sorpresa y un chasco a la vez. Acostumbrado a que un juguete le haga el trabajo tedioso igual ahora él no es capaz de mantener el ritmo.

El Flash

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Lo siento chicas.

El Aquaman

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Anda que no, que le ves por primera vez y lo piensas “yo le daba” tal cual con sus pintas de surfero, su piel bronceada y su tableta de chocolate con leche, así que te lo pides y te lo quedas y como es un puto romántico te lleva a la playa y ahí, con todo su romanticismo, a la luz de la luna te come la almeja con la destreza de un príncipe de los mares y tú que tonta no eres te dejas hacer románticamente espatarrada. Pero el muchacho tenía que tener alguna pega; semejante pericia lingüística tenía que venir de algún lado y lo descubres cuando se quita los pantalones y en lugar de encontrarte el tiburón blanco que esperabas aparece una triste sardinilla. Sin dramas, le coges de sus rubios cabellos y con romanticismo le estampas el mejillón en la cara, que siga comiendo marisco.

Estos cinco son sólo una muestra, tal vez me anime y en próximas entregas os hable de muchos otros que hay pero recordad, todo superhéroe tiene un punto flaco así que no se lo tengáis en cuenta a los simples mortales con los que folláis.

Foto de portada: Mrs Gemstone