No hay horas, ni días, ni frío ni calor.

Solo estamos tú y yo. Relájate, cierra los ojos. No pienses, solo siente. Cógeme la cintura, suave, no aprietes. Siéntela en tus manos, dibuja su curva con tus dedos. Aspira mi aroma, respira en mi piel. Siento tu aliento, me embriaga, me estremezco, tiemblo. Huéleme. Huele mi cuello, mis hombros. Acarícialos con los labios. Si ahora me muerdes suavemente me derrumbaré. Hazme temblar, arranca gemidos ahogados de mi garganta. Toda prenda estorba, solo quiero piel, y suave cabello revuelto. No hay música, solo unas cautivadoras notas de piano sonando en mi cabeza, y mis gemidos, y tu respiración. Roza el tirante de la única maldita prenda que me queda. Recórrelo con tus dedos, juega con él, siente su tacto, el mío. Bájalo lentamente, muy lento, desciende sin dejar de rozar mi hombro. Sigue su recorrido con tus labios. Nota mi suave temblor con tu segunda mano en mi cintura.

Fuera toda prenda, obsérvame, mi cuerpo es tuyo, soy tuya. No hacen falta palabras, todo flota en la miel de tus ojos. Un brillo irreal. Espejos de nuestros sentimientos. Recibe mi beso, arrópame con tus brazos, transmíteme tu calor. Una cálida laguna en nuestras bocas. Enérgico y suave. No existe el mundo. Ese beso es nuestro mundo. Un torrente de calor recorre mi cuerpo, un torrente que sale de mi interior haciéndome temblar una vez mas. Nótalo, siénteme, roza mi lengua, dos lenguas, solo una, siente.

Dura piedra que se vuelve arena en mis manos. Piel de hierro transformada en arcilla para moldear. Eres tierra, tierra de Virgo, tierra que en este momento es mía. Tierra sobre la que en este momento hay secos matojos que quieren eliminarse. Préndete con mi fuego. Que mi flecha de Sagitario llegue hasta tu corazón. Deja que mi fuego consuma lo malo que hay en ti. Solo siente, no pienses. Cierra los ojos, relájate. Fuego que te acaricia con el calor de sus labios. Fuego que recorre cada centímetro de tu piel. Fuego que no daña. Fuego lento. Fúndete en mis brazos. Deja que encuentre el oro escondido entre tu tierra y deja que lo funda mi fuego.

Siente, solo siente.

Siénteme. No existe el mundo. Fúndete en mi cuerpo, amóldate a mi ser. Despacio. No existe el mundo. Poséeme, deja que consiga amoldarte a mi y despues poséeme. LLéname de ti, entra en mi ser, únete a mi fuego. Apriétame suave, fuerte, rápido, lento… pero apriétame. Guía mis movimientos, bésame. Mi fuego ha pasado a tus manos. Muéveme, siente mi piel, mi calor, mis gemidos. No puedo más, demasiada sensación en mi interior. Nitroglicerina escondida en tu cuerpo, me hace explotar, me haces explotar, exploto.

El sonido ahogado de mi boca se expande. No existe el mundo. Calma momentánea. Tu pelo revuelto, tu cabeza en mi pecho, siente mi acelerado corazón. Mi fuego aún no se ha apagado. Vuelve a avivarlo. Hay más fuego en ti ahora para avivarme. Apriétame otra vez, muéveme. Suave vaivén que me lleva a la locura. Arráncame más gemidos con tus labios, arráncate mi flecha de tu corazón y clávala en el mío. Y siente, siente este momento, está llegando, es tu momento, escucha mi voz, mi susurro en tu piel. Deséame, dime que me deseas, tus susurros en mi oído, mi aliento en tu cuello, tu aliento en mi cuello. Entrégate al momento. Deséame, deséame, deséame otra vez, deséame más, apriétame, deséame, deséame, lléname de ti, ¡explota! Deséame, deséame, te siento, te siento muy dentro, me llenas, deséame, quiéreme, quiéreme, relájate, quiéreme, respira, relájate, relájame, abrázame, apaga mi fuego lentamente, relájate, relájame, quiéreme, no existe el mundo, respira, respira, siénteme, quiéreme…

….te amo….

Foto de portada: Mandee Carter