El camino de la vergüenza consiste en volver a casa a la hora del pan, de fiesta, borracho, pasando delante de tus padres, sus amigos, tus vecinos, la gente que sale de misa en la iglesia de tu barrio, y una excursión de señores de Cuenca. Si, el camino de la vergüenza, es esa vuelta a casa sin ningún tipo de decencia humana, con poca vergüenza y bastantes pintas.

Cuando te haces mayor, adquieres amplios conocimientos de la vida, conoces todos los bares que cierran tarde, y más baños donde los camareros te pueden echar porque te han pillado en mitad de la faena, sigues llegando tarde a casa con el pelo revuelto, la piel estupenda, y el teléfono de un tío (a quien no puedes ponerle cara) en el brazo. Pero te das cuenta que algo ha cambiado, sin saber como ni por que, esa gente que te mira llegar te saluda y a duras penas les reconoces, son gente de tu edad que estudió contigo en el colegio y ahí están en el parque con sus hijos.
Intentas mantener la dignidad, la compostura, la verticalidad y el saber estar en pista, pero no lo consigues ni de broma.

Así que te planteas en que momento de tu vida te quedaste a vivir como una adolescente si cada vez estas mas cerca de la cuarenta. Pero como no encuentras la respuesta, sales de nuevo en busca de respuestas y cuando te das cuenta que rozas el Nirvana tienes a un desconocido comiéndote las tetas en un bar random. Que igual la respuesta no encuentras, pero ya estas alturas de la vida que te quiten lo follado.

Supongo que la vida son épocas y ciclos, pues bien, yo estoy en bucle desde hace más de 15 años, y no os imagináis lo feliz que soy. Supongo que algún día me encontrare a los hijos de mis amigos en algún bar, y bueno, será el momento en que nos saquemos unos chupitos….

La vida es muy corta para hacerse mayor, bebed y follad y sobre todo…

Sex felices

Foto de portada: Tom Hilton