Diablos invitados: Mandrake Scream
Mandrake Scream
Nota de Hieros Gamos: Hemos abierto las puertas del infierno de par en par para compartir este rincón del inframundo con vosotros y por ahora ha entrado un súcubo de nombre Mandrake Scream. Os dejo con su presentación y un breve relato que nos ha hecho llegar:
Hola, Hieros. Ya sé que esto puede estar un poco alejado de lo que aparece habitualmente en el inframundo, pero, tras pasearme por vuestro infierno, sentí la necesidad de contribuir a la causa, y más aún cuando mi Darkness Prince me ha animado a ello. Así que sin más dilación paso a mi relato:
Tras un largo y no muy aconsejable destierro del inframundo, este súcubo tuvo la oportunidad de toparse sin querer con un pagano que le hizo rememorar su naturaleza.
Harta ya de soportar su esencia humana y sumisa, este súcubo tenía decidido desquitarse y conseguir todo aquello que le había sido negado por el hombre.
Utilizando al macho para sus fines, consiguió cumplir sus objetivos. Pero aquello no le satisfizo.
Llevaba ya mucho tiempo encerrada bajo un disfraz de fidelidad; tanto que su esencia perversa había llegado a deteriorarse.
Incluso el culmen de alguna de sus fantasías lo único que le reportó fue malestar, al haber destapado la caja de Pandora ante una de las brujas de su akelarre particular, haciéndole sucumbir en su especial locura.
Por eso tomó la determinación de deshacerse de su harén y dedicarse un breve instante a la meditación.
A punto de alcanzar el nirvana, de pronto recordó la magia de aquella noche, el fluir de las palabras, el placer de la compañía de aquellos tres desconocidos a los cuales no quiso meter en su venganza particular por haber descubierto en ellos una esencia afín, dulce y perversa, que intuitivamente le recordó a la amistad.
Y esa pequeña chispa mental le hizo retomar las riendas de su existencia vital y descubrir de nuevo este fabuloso infierno.
Por ello os convoco.
D iablos y diablesas del mundo, ¡atreveos!.
E xplorad este inframundo.
V isitadlo y buscad en vuestro interior.
I d derechos al fondo del placer.
L idiad con la mediocridad humana.
B ajad hasta el Averno y disfrutad.
A qui nadie se quedará insatisfecho.
O s aseguro un mundo de sana perversión.