El agujerito mágico
La Dolce Vita
-¡¡¡Déjame mirar!!
-¡Eh, Que yo también quiero!!
Allí, de aquella manera tan simple, terminamos nuestros años de inocencia mi vecino y yo. Agazapados ante el agujero de la despensa del pueblo, descubriendo entre ansiosos y divertidos a Paco y Belén fornicando sin pudor.
-Halaaa!!! ¿Te has dado cuenta? ¡menudas tetazas! Si no caben en sus manos
-Las mías son más pequeñas pero tampoco están mal… ¡Mira!
Y ahí estaba yo con la camisa desabrochada hasta la cintura y el sujetador subido hasta el cuello, mostrando a Ricardo orgullosa que unas tetas pequeñas pueden tener mucho interés. Me sonríe e intenta acercarse.
-¡Quieeeetooooo!!!!!
-¡Qué si boba! Seguro que te gusta, fíjate en su cara…. Uhmmmm!!! Parecen perfectas, suaves…
Nuestros ojos cada vez más abiertos no perdían detalle a través de ese agujerito mágico, que no dejaba de descubrirnos posibilidades cada segundo que pasaba.
-Venga! Sólo un poco, sólo pasarte la lengua como él…
-¡Que no tonto! …Veeenga, valeeee… pero con cuidadito eh!
-Uhmmmm!!! Pero qué tiernas estás…. Y a mi que me va a gustar esto de mirar… ven aquí que te voy a dar ternura…
De pronto nos encontramos repitiendo cada movimiento, me besaba, me recorría con sus dedos y yo me dejaba gustosa. Pero mi objetivo era seguir mirando clandestinamente, aprender cada gesto desde nuestro escondite para después dejarme llevar, era delicioso, tremendamente provocador tener la posibilidad de ver a través del agujero como si de una peli porno se tratase, escuchar sus gemidos, las súplicas rogando continuar. Me sentía ardiendo por primera vez y me gustaba esa sensación… Yo quería, necesitaba seguir sus pasos y estaba en la situación perfecta para ello. Ricardo estaba a mi lado ansioso, sus manos no paraban, intentaban llegar a todos los rincones de mi cuerpo pero yo se lo impedía, me encantaba la sensación de manejar la situación de hacerme desear.
Otro vistazo…. El lamía en ese momento sus pezones duros, grandes, estaba claro que les gustaban los preliminares, Ricardo sujetaba los míos entre sus dedos, casi no había empezado el juego. Desabrochó su falda… Lucía coqueta esas medias con liguero que consiguieron volver definitivamente loco a mi vecino…
-Buffff!!! A ver cuando te veo a ti con una de esas…
No puedo más! Acabo de ponerme “palote” Mira! Me decía mientras señalaba su bragueta abultada pidiendo a gritos que fuera abierta para sacarle de su jaula, le miré viciosa, le atraje hacia mí y llevé su mano bajo mi falda dejando que me acariciara sobre las bragas palpando mi anatomía tras ellas, empezó a mover sus dedos, noté que empezaba a excitarme, a mojarme y le aparté con una sonrisa… – Sigamos mirando – Me encanta la sensación de dominio, esa provocación creada y dejada a medias me “ponía”
-Eres muy mala!!
El deseo era mayor, me subió la falda e intentó arrancarme las bragas..
– ¡¡Mira Ricardo!! No te pierdas esto!!
Ella recostada frente a él, con las piernas abiertas, flexionadas, con cara de lujuria sin dejar de mirarle, se chupaba un dedo para acariciarse, mostrándose, entregándose lascivamente a él, una mano en el pecho jugaba, la otra por dentro del tanga sin dejar de moverse, – ¿Lo quieres? Pregunta viciosa.. – ven a quitarme la ropa que me queda, le reta… El se acerca a ella potente, miembro en mano, dispuesto a darle lo mejor
-¡Date la vuelta! Enséñame ese culito redondo.
Le desata los lazos azules que soportan su tanga y tira de él dejando al aire todo un monte de placer y lujuria, lo abre suavemente y la recorre primero con los dedos, luego con la lengua…
-¡Pero Cómo estás cariño! Bufff!! Voy a metértela hasta lo más profundo!! Vas a gozar como nunca!!
No no no!! Dice ella gateando traviesa como gatita que busca su alimento… y lo encuentra!!
-Menuda mamada!! ¿Has visto? Si casi no le cabe en la boc… a ahhh!!! Ahhh!! Asiiii!!!
Y ahí estaba yo, loca por seguir el juego, agarrando desde abajo el manjar que pensaba comerme hasta el final
Ricardo me mira, ya no importa el agujero ni lo que pasa detrás de él.
Nuestro secreto continuará todo el verano, ese agujerito mágico que nos seguirá haciendo vibrar.