En busca del dragón de jade
Dos de Corazones
Estaba yo el otro día en mis aposentos infernales meditando, empapándome del calor del inframundo, siendo consciente y visualizando vuestro mundo humano, sí, los seres infernales os podemos ver siempre que deseemos, lo siento, es así, por eso molamos tanto.
Bueno, a lo que iba. Estaba yo escaneando el mundo sexual humano y dí con una señal de sobra conocida para mi, es la vibración de una de mis compañeras sexuales, su cadencia era reconocible, no tardó mucho en que se me exaltaran mis dos corazones, me explico.
En esta visión mi compañera se estaba colocando un pequeño huevo de piedra, pude sentir lo que ella sentía, como dicho huevo se deslizaba por entre sus labios y paredes vaginales, escuché su mente pensando en que este artefacto le ayudaría a fortalecer los músculos vaginales y así, cuando quedase con algún compañero sexual, podría disfrutar más y mejor del encuentro, y mientras pensaba eso le salió una sonrisa pícara que me desconcentró y perdí la conexión.
En este momento pensé, Hoy tengo que visitar la tierra y quedar con mi amiga, quiero y necesito investigar sobre ese artefacto, ademas, quería ser yo el que estuviese allí para disfrutar de su placer, así que cogí el teléfono, marqué el prefijo terráqueo y su número, y una vez establecimos comunicación la charla se tornó como siempre, divertida y amena.
Quedamos esa misma noche para cenar y después dar rienda suelta a nuestras pasiones, así que me puse mis cuernos de domingo y me fui en busca del dragón de jade, por que sí, el huevo en cuestión era de jade.
No os voy a relatar como fue nuestro encuentro, os lo podéis imaginar: divertido, apasionante, sexualísimo, resultón, amable, vamos que como siempre, estupendo.
Lo que sí os diré es que al parecer era la primera vez que ella usaba este huevo de jade, me comentó que lo compró para investigar sobre su eficacia, que lo cargó de energía al sol y que vaya si funciona.
Yo, desde mi punto de vista escéptico no se si el sol tuvo o no tuvo que ver en algo energético. No sé si que fuese de jade o no actuó como placebo.
Lo que si sé es que científicamente cumple su cometido, el de fortalecer los músculos del suelo pélvico.
Pero más allá de esto, una cosa de la que doy fe demoniaca es que ya sea por “H” o por “B” tuvimos uno de nuestros mejores encuentros sexuales, ella estaba super sensitiva, era capaz de jugar con las tensiones vaginales y eso a mi me volvía loco, ver como nos volvíamos majaras nos incrementaba la locura, incrementaba el deseo y por supuesto ante tamaño descubrimiento nos demoramos, jugamos como nos gusta jugar hasta que ya no pudimos más.
Y así después de un desayuno casi comida, me despedí con un “esto hay que repetirlo” y un sonoro beso de hasta pronto.
Así que ya sabéis mis pequeños súcubos y saucos, explorar todos los juguetes que la ciencia sexual pone al alcance de vuestros cuerpos, disfrutarlos, disfrutaos muchísimo
PERO SIEMPRE CON CORAZÓN.