Así rezaba una imagen que me he encontrado por las bastas e indómitas tierras del bienamado y mucho odiado Facebook: ¿Es aceptable que un padre se bañe con su hija?

Sólo el titular me dejó un tanto perplejo, de estas que no sabes como tomártelo, como cuando probé por primera vez el helado de txipirones en su tinta y no tenía muy claro si me gustaba o no. En este caso no cabía la menor duda de que no me gustaba pero no sabía muy bien que clase de emociones me producía, si estupor, incredulidad, asco o rabia. Salí de dudas cuando leí el comentario adjunto de la persona que subió la foto Yo lo permitiría siempre y cuando ambos lleven traje de baño, y yo esté pendiente. Definitivamente lo que sentí fue un poco de todo y cuando leí gran parte de los casi 3000 comentarios que tenía la infamia, mi misantropía se disparó como la eyaculación precoz en un adolescente acojonado al tocar su primera teta.

¿Pero qué cojones os pasa por la cabeza, humanos? Puedo aceptar sin problemas el pudor y es que aunque no lo comparta, entiendo que cada uno es libre de marcar sus propios límites. Pese a todo siempre me ha parecido un lastre innecesario producto más bien de las inseguridades que nos vamos marcando a fuego en lo que a nuestro cuerpo respecta. Siempre me ha parecido el nudismo una gran filosofía y es que cuando convives desnudo, dejas de mitificar el cuerpo y por lo tanto dejas de darle tanto valor a la parte física de las personas, asumiendo que todos los cuerpos son naturales, normales y que incluso, cada uno tiene su propia forma de belleza.

De todos modos y como ya he mencionado, dónde marcamos la frontera es una decisión de cada uno y lo más importante, ninguno de nosotros somos culpables de lo que sentimos, incluyendo nuestras vergüenzas.

Ahora bien, y aquí es donde me saco el tridente y voy llenando el caldero de aceite hirviendo, las insinuaciones veladas de que no está bien que un padre se bañe con su hija por el riesgo que podría correr la niña de ser agredida sexualmente, me parece como poco despreciable. ¿De verdad alguien en su sano juicio puede pensar que los hombres somos en nuestra mayoría unos enfermos mentales, degenerados y depravados obsesos sexuales incapaces de contener sus impulsos eyaculativos ni tan si quiera con sus propias hijas? ¿en serio?

La pederastia es posiblemente el peor crimen que pueda cometer una persona porque supone un abuso con secuelas de las criaturas más débiles de nuestra sociedad, que son los niños. ¿A todas estas personas les parece normal considerar así a sus padres, hermanos, amigos, vecinos…? Las mujeres que opinaban esto ¿con qué clase de hombres se han emparentado? y los hombres que también han mostrado esta opinión ¿estáis locos, enfermos o simplemente sois unos pedófilos encubiertos?

Entiendo que entre los comentarios habrá gente que realmente hayan sufrido esos abusos en su infancia y por lo tanto les es imposible ser objetivos en este asunto pero ¿y todos los demás?

Diablos míos, por favor, un poco de cabeza y no seamos tan mal pensados. Descubrid vuestros cuerpos como algo natural y hermoso, trabajad para quitaros esos prejuicios y vergüenzas innecesarias que no os aportan nada, pero sobre todo, seamos conscientes que aunque ligados, el sexo es una cosa y la desnudez otra muy diferente.

Foto de portada: Christoph Spiegl