¡¡Tetaaaaas!!
Moonlight
Hace unos días nuestro querido Hieros escribió un artículo sobre como los hombres miran inconscientemente a las tetas de las mujeres, con el único pensamiento en la cabeza de ¡Joer, que tetas! Y las mujeres normalmente se montan sus películas.
No le falta razón, señor Hieros, pero aún así me apetece expresar mi doble punto de vista.
Mujer tetona y bisexual. En este caso se traduce en mujer tetona que mira tetas. Tengo los dos puntos de vista, me atraen las mujeres, por lo tanto, sí, miro tetas, y muchas veces he pensado eso de ¡joer, que tetas! sin más, tal y como dice Hieros. También he recibido mil miradas y mil comentarios por la calle porque mis tetas son grandes, y molesta. Mucho. Lógicamente, nunca le gritaré a una tía por la calle que vaya tetas que tiene, ya que a mí no me gusta recibirlo. ¿A donde quiero llegar con todo esto? Pues a que, como en todo, hay formas y formas.
Es verdad, personas a las que les atraen las mujeres, mirar tetas puede ser una delicia. Pero con respeto, como en todo. Yo miro tetas, sí, pero las miro por el rabillo del ojo, o de pasada me fijo en un escote bonito. Quizá alguna vez inconscientemente sí me he quedado con la mirada fija en unas tetas, pero como puedo quedarme mirando a la pared, lo que dice Hieros, vamos. Como recibidora de esa mirada, no le doy importancia, aparte, que se nota cuando alguien esta mirándote las tetas sin mas, o está mirándote las tetas de forma lasciva, se nota en la expresión de la cara, la forma de mirar… no sé explicarlo exactamente, pero se nota. Hay una gran diferencia. Mis miradas hacia unas tetas, si son casuales, pues eso, se me fue la olla y se nota que estoy con la mirada perdida aunque esté hacia unas tetas, y si son lascivas, son fugaces, no continuas, me lo guardo para mí, por respeto a la persona.
También es cierto que muchas mujeres pueden montarse la película por una mirada inocente o descuidada como las que dice Hieros, pero ¿por qué es esto? Pues bien. Cuando un hombre se cruza contigo por la calle y te grita: ¡que tetas!, cuando eres adolescente y los chicos te llaman puta porque te han crecido las tetas, sólo por eso, ya que ni siquiera has dado tu primer beso, y apuestan a ver cual es el primero que consigue liarse contigo y sobártelas, cuando un hombre se ha acercado a tí con la excusa de preguntarte una dirección, y mientras le indicabas ha levantado el brazo intentando casualmente rozarte una teta (y no es paranoia, se nota claramente que lo ha intentado), cuando estas en una discoteca donde tu eres bajita, ves que a tu lado hay dos chicos, y ves claramente como uno de ellos le señala tu escote a su colega para que mire, y el colega mira descarado, sonríe y hace broma con el otro, y después de eso ya mira un poco más arriba y se encuentra con tu cara de mala hostia (por lo menos esta vez al chico en cuestión le cambió la cara de sonrisa a vergüenza)… mil situaciones como estas, y estas son solo algunas de las que yo puedo contar, si preguntamos a más mujeres se podrían escribir varias enciclopedias solo con esto. ¡Coñe! ¡Sed disimulados! ¡Mira pero no le grites nada! Si haces apuestas ¡no dejes que la pobre chiquilla se entere! Dile a tu colega que en un rato mire al escote de la que esta abajo ¡pero díselo al oído y no señales! Que es lo que hacemos nosotras ¡Joder!
¿Por qué las mujeres nos lo tomamos a mal y nos armamos películas? Muy sencillo, protección. Hemos tragado tanta mierda que muchas veces no sabemos diferenciar cuando es algo inocente y cuando no. Normalmente, cuando quien nos mira es un colega de confianza, no le damos ni la más mínima importancia, pero cuando no lo es… hay tantos hombres que nos han mirado claramente con lascivia, que nos protegemos. En cambio las mujeres que miran tetas saben mirarlas de forma respetuosa para no ofender a la portadora de las mismas.
Y aquí es donde volvemos a aquello de… ¿y si el sexo no fuera tabú? Posiblemente los hombres estarían bien desfogados y no necesitarían ir mirando pechos ajenos como mandriles en celo, por lo que las mujeres no se sentirían ofendidas.
Sigo reafirmando mi teoría…