we love U
Barbarella
Todos los años organizo una fiesta de cumpleaños por todo lo alto, menos este año, no estaba de humor, mi plan era quedarme en casa, leer, y dormir. Selena se empeñó en que saliéramos a comer juntas, no quería que pasara mi cumpleaños sola, solo era una comida así que accedí. Durante la comida Selena tuvo que salir un momento a llamar por teléfono y un grupito de maduritos aburridos de si mismos, intentaron llamar su atención. Al pagar, uno de ellos aprovechó para establecer contacto, y nos invitó a alargar la sobremesa en su loft. Otro día, de otro humor, hubiera aceptado la propuesta, pero no tenía el día de conocer nuevos masculinos, y estos estaban muy sueltos… La típica quedada en la que dejan a sus mujercitas en casa, mientras ellos se echan pulsos a ver quién es el más atractivo que se lleva la chica a la cama.
Hicimos una parada para tomar un café, y ¡serendipias! apareció Irina, que o no nos vemos en meses o nos vemos todas las semanas, la semana anterior coincidimos en un avión. Estaban muy misteriosas, más de lo normal, y sin pre-aviso, Irina sacó un pañuelo de seda negro, me tapó los ojos con él, y me dijo «Tenemos una sorpresa». A ciegas me llevaron por la calle, y lo que no era calle, sentí un par de ascensores. Por un momento pensé que me llevaban a alguna terraza nueva de moda… Por fín llegamos y me destaparon los ojos. Habían reservado una suite en un hotel de cuatro estrellas, que habían decorado con globos, una pancarta con el mensaje «We love U» y un surtido de habitantes de mi minizoo.
Llevaba meses pensando como optimizar mi minizoo, tenía que deshacerme de algunos lastres y meter nuevos fichajes de calidad, Irina y Selena me habían hecho una preselección que no tenía desperdicio. Allí estaban el pezqueñín, que no solo destaca por tener un cuerpo joven y pleno de energia, además sabe cómo complacer a una fémina. El buenorro lucía un tanga de leopardo que a algunos les puede hacer parecer ridículos, pero en ese cuerpo escultural encajaba como una segunda piel, ummm simplemente delicioso. Uno de mis pardillos favoritos se adelantó y me saludó con un beso apasionado, sabe que no puede competir en físico pero lo compensa con un despliegue de atenciones, creo que a este de pardillo le queda bien poquito. Luciendo un vistoso y escueto modelito de cuero, y con unos preciosos zapatos de tacón de aguja dorados en la mano, vino a darme la bienvenida mi querido tas tas. Me encanta el tas tas, siempre me sorprende con algún juego, esta noche estrenaría esos zapatos sobre su tierno culito. Al fondo, clavándome sus penetrantes ojos verdes estaba el vikingo. La verdad es que hasta la fecha no había descubierto sus habilidades, pero el chico me ponía, y mis amigas lo sabían, y esta noche me tocaba probarle.
Me tumbé en la cama, y como era mi cumpleaños, me dejé hacer. Irina y Selena, me cubrieron de caricias y besos, mientras el resto de invitados se iban uniendo a la fiesta. Alternamos poses, posturas e intercambio de masculinos, y por fín llegó el postre:
El percutor: Salió en una tarta de nata bello triunfante. El resto de habitantes de mi minizoo se apartaron, se abrió paso entre mis piernas y empezó a taladrarme como una de esas taladradoras de hormigón. La cama parecía que no iba a sobrevivir a la fiesta, y yo me dejé invadir por una oleada de placer. El mejor empotramiento desde hace mucho tiempo.
Sin duda Irina y Selena me quieren y velan por mi placer. Conociendo mi particular gusto, me habían buscado un habitante nuevo para mi minizoo. Cómo no voy a querer a mis amigas. El percutor es de la edad del pezqueñín, lo que le da ese arranque que por mucho que digan solo tienen los jóvenes. Tiene un cuerpo fibroso, bien formado, de esos naturales que no son de gimnasio pero que puede parecerlo. Generoso en la cama, busca el bien común, jamás te deja con las ganas.No se sonroja en mi búsqueda de la excelencia sexual, y si se porta mal, acepta mis tas tás, pero sobre todo, sabre cómo taladrar a una fémina.