Últimamente he estado muy ocupada atendiendo asuntos terrenales lo que me ha llevado de nuevo a caer en ese agobiante estado de melancolía de tiempos mejores. Además ya casi no me satisface convocar a mi akelarre, desde que hago mis pequeñas escapadas al infierno mis brujas han comenzado a organizar sus propias fiestas. Ahora Midn está centrada en su relación con uno de los príncipes del Averno y Macs junto con Icewoman han integrado al grupo a otras dos brujas novatas y a un nutrido grupo de adonis de ébano expertos en el arte de Terpsícore en cuanto a danzas cálidas, con los que se dedican a conocer los antros de ritmos latinos de la tierra donde habito.

Para un rato el plan no está mal, pero ese tipo de música acaba taladrándome el cerebro, y además ya empieza a hartarme el restregarme entre tanto chocolate. No es que no me guste, a nadie le amarga un dulce, pero esto empieza a ser demasiado empalagoso para mi. ¡Necesito un poco de picante en mi vida!.

Creo que haré otra escapadita al infierno y sus alrededores.

Intento contactar con mi Darkness Prince pero parece que él tampoco está operativo, estará atendiendo sus asuntos infernales. ¡Demonios!, últimamente no soy capaz de controlar a mi entorno, esta melancolía va a dar conmigo y volver a anular mi esencia demoníaca. ¡No quiero!, otra vez encerrada en un cuerpo humano ¡No quiero!, ¡Necesito probar cosas nuevas!.

Reviso mi lista de cosas deseables todavía no satisfechas y… ¡Eureka!. ¡Lo encontré! (como dijo Arquímedes). ¿Porqué no?, siempre me ha llamado la atención explorar mi grado de bisexualidad, incluso durante mis lustros de hembra humana fiel. Además ese puede ser el puntito picante que necesita mi espíritu para recuperarse.

¡Sí, eso haré!. Pero esta vez me apetece ir un poco más allá en el juego. Esta vez vamos a ir a cara descubierta, sin disfraces humanos, el único disfraz será el de mi intención de actuar como un íncubo siendo un súcubo. Por lo que he descubierto observando a los humanos, es que mientras que los machos más interesantes se sienten atraídos por hembras a las que pueden dominar y luego les dominan, las hembras humanas más interesantes se sienten atraídas por machos que les dominan y luego acaban siendo dominados. Y a mi lo que me apetece es una de estas féminas, así que mostraré mi imagen al descubierto, sin disfraces para intentar atraer a una de estas hembras.

Comienzo a activar el rojo de mi pelo y el verde de mis ojos, me calzo unas botas de cuero negro hasta la rodilla con unos tacones de aguja de vértigo y elijo un conjunto de ropa interior en satén fucsia, que remarque bien el contorno y el volumen de mi pecho. Sobre el sujetador coloco una blusa de gasa negra transparente con un único botón a la altura de la cintura, y sobre las braguitas una minifalda (más bien maxicinturón) de cuero negro, y ya estoy lista para el viaje. Unas pocas gotas de perfume de almizcle y vainilla, y sobre mi cuello, sujetando un lazo fucsia, mi pequeño camafeo donde por si lo necesito guardo un extracto de feromonas.

Creo que para mis propósitos un buen sitio será en la frontera entre el mundo terrenal y el infierno, así que busco el local perfecto, activo el modo teletransporte y allí que voy.

El viaje dura un instante, será por las ansias de jugar. Entro en el local y el ambiente resulta bastante distendido, luces tenues, buen rock and roll en el aire, gente, personas y personajes de los más variados estilos charlando, bebiendo, bailando y divirtiéndose. ¡Me gusta! creo que la elección del sitio ha sido acertada. Me acerco a la barra obviando las miradas de lujurioso deseo que algunos machos alpha echan sobre mi. Hoy mi caza va en otro sentido.

Pido un copazo y mientras lo saboreo me dedico a observar a las féminas del local, al tiempo que me siento taladrada por las miradas de muchos de los machos. ¡Vaya! parece ser que no hay nada apetecible. ¡Cuando digo que últimamente no soy capaz de controlar mi entorno…! Empiezo a desanimarme y el fuego rojizo de mi pelo se extingue.

De pronto una melodiosa voz a mi espalda me dice: – Hola pelirroja, ¿esperas a alguien?

Me giro y una preciosa morena me mira directamente a los ojos. ¡Mmmmm! me gusta lo que veo, así que contesto:

– No lo sé, quizá te estaba esperando a ti.
– ¡Vaya,vaya!, ¿así que también entiendes?- dice ella mientras a su alrededor comienza a generarse un halo luminoso que hace que mis ojos pierdan la visión de todo aquello que rodea su boca. No puedo dejar de mirar su boca.

– Nunca he entendido, pero no me importaría si tu me instruyeras- contesta mi cerebro por mí, que desde que está hipnotizado por esos labios sensuales y carnosos ha tomado posesión de mis actos.
– Me llamo Mandrake, ¿y tú?- le digo a modo de presentación.
– Soy Moonligth- contesta esa deliciosa y apetecible boca.

Pienso que esta hembra humana va a ser mi perfecta presa para hoy.

Comenzamos a charlar y su conversación es muy inteligente a la par que divertida . Yo sigo sin poder apartar mi mirada de su boca, jugosa, bien dibujada, dulce y pícara a la vez. La conversación va fluyendo y acaba encaminándose al tema sexo y bisexualidad. Ella me confiesa sin ningún pudor que es bisexual, sus preferencias son las féminas pero en la actualidad comparte su vida con un hombre increíble que le aporta todo lo que necesita y le da la libertad de ser ella misma. Yo por mi parte le cuento mi vida humana y mis anhelos de probar y experimentar cosas nuevas.

Analizando mis palabras ella asevera que no cree que yo sea bisexual, que más bien es una fantasía no satisfecha, una curiosidad morbosa más. Pienso que quizá tenga razón pero mientras pienso esto mis deseos de comerme esa boca van in-crescendo hasta el punto que sin poder contenerme me abalanzo sobre ella y empiezo a deleitarme con su lengua, a la vez que mis manos se deslizan por encima de sus curvas.

Hacía tiempo que no probaba una boca tan suculenta salvo la de mi príncipe de las tinieblas. Su sabor invade todos mis sentidos, el rojo de mi pelo vuelve a encenderse y ella advierte que mi fuego infernal se ha activado. Suavemente aparta sus labios de los míos y con sus manos acaricia las mías enganchándolas y separándolas de su cuerpo. Me mira fijamente a los ojos y me dice con una voz más dulce de lo que nadie jamás haya podido escuchar:

– Criatura infernal, creo que ambas nos hemos confundido al elegir presa.
– ¿Cómo?, ¡estoy perpleja!, ¿qué ha pasado con esta hembra humana?- Se pregunta mi cerebro ya fuera del influjo hipnótico.

Poco a poco mis neuronas vuelven a su sitio y se percatan de la situación, ambas rompemos el silencio en una sonora carcajada.

– ¡Vaya Moonligth, creo que tienes razón!, mi presa para esta noche pretendía que fuese algo más manejable que una diablesa como tú.
– Lo mismo me pasa a mi Mandrake, no esperaba encontrarme a un súcubo cuando he salido esta noche de caza. Pero… ¿Es cierto lo que hemos estado hablando?

– Por supuesto que sí, siempre me ha llamado la atención las relaciones sexuales entre seres del mismo género y ahora que sé que eres un diablo instruido en estas lides mi atracción hacia ti se está haciendo más poderosa. En esta fase de mi existencia creo que necesito probar placeres nuevos así que te propongo un juego, ya que ninguna de las dos hemos conseguido una presa humana hoy y que en todo momento me he sentido atrapada por ti, considera que tu caza ha sido perfecta, has cazado mi esencia humana. Hoy tu serás el cazador y yo tu presa, y la próxima vez que quedemos seré yo quien lleve las riendas del juego. Pero ahora desaparezcamos de las miradas de estos mortales y entreguémonos al placer de nuestros femeninos cuerpos porque estoy deseando sentir toda tu piel y tu esencia sobre la mía.

Os contaría como terminó esta historia pero entonces ya sabríais demasiado mortales. Quizá en otro momento os lo relate, ahora simplemente y como siempre os dejaré un consejo:

Vitrinas de placer
Invaden vuestras mentes.
Vivencias sin hacer
Inundan el subconsciente.
Deseos contenidos,

Víctimas de la carne.
Ultiman los sentidos y
Excitan vuestra sangre.
Silencios permitidos,
Taimadas ambiciones,
Recónditas pasiones,
Amoríos prohibidos.
Sexo sin fronteras,

Fábulas complejas,
Atalayas sin barreras,
No existen moralejas.
Transportados a estos infiernos
Aplacad vuestros tormentos,
Satisfaced vuestros sueños
Imaginaoslos ciertos,
Acariciad sin ser dueños y
Soñad despiertos.

Foto de portada: Sergio BR