Cuando no hay nada más que hacer
Moonlight
Pues nada. Aquí pasando unos días de tranquilidad absoluta en un pequeño pueblo de tierras castellanas. ¿Lo mejor? El cielo estrellado por las noches. ¿lo peor? Que enseguida se te acaban las cosas que puedes hacer. Aunque se agradece estar sin internet ni cobertura durante unos días.
Y como después de ver la tele un rato y dar un paseo por el pueblo no tienes mucho más que hacer… ¿pues qué acabas haciendo? Masturbarte, que suele sentar bien. Como cuando decían que antiguamente, cuando aún no había tele, se tenían mas hijos.
De cara a parejas, sí, muy posiblemente esta sociedad actual llena de distracciones, juegos, películas, internet, moviles… tenemos tantas cosas para hacer, que muchas veces las parejas viviendo en rutina dejan el sexo para lo último. Tienes que moverte demasiado. Es más facil darle a un botón del mando y poner la película que aún no has visto en alguna web de pelis online. De vez en cuando hace falta un apagón en la zona, que seguro que si dura unas cuantas horas, ya que no hay luz… pues enciendes unas velas y te pones al tema, mucho mejor que amargarte porque no tienes internet. Vamos, que en este pueblillo que no hay nada que hacer más que relajarse, es una auténtica pena que mi maridito no haya podido venir, dichoso trabajo en el que, encima, le deben vacaciones.
Por otro lado, tenemos un mayor y muy fácil acceso al porno más variado que se pueda imaginar, y eso, pues quieras que no, es una ventaja. Pero al menos, en mi caso, es más para tema en solitario. Que también aviva la pareja el ponerte la peli para empezar a caldear, no digo que no, pero normalmente necesitas más motivación cuando estás en solitario, que tu propio cuerpo ya lo tienes muy visto.
Como todo, tiene sus pros y sus contras. Pero lo dicho, de vez en cuando… viene muy bien un apagón.