El macho Alfa
La Txika del Sextoki
Sí, ÉL es mi punto débil. Y no es ni el más guapo del mundo, ni el más simpático, ni el que mejor folla.
Pero en ÉL se enclava una especie y mezcla de persona borde, ojos azules y una polla enorme (vale, quizás esto ayude a que sea un puto macho alfa).
Y pasan los años, y sigue siendo esa persona a la que no he aprendido (ni quiero) a decirle que no, así que un par de veces al año tanteo el terreno por si existe la posibilidad de tenerle otra vez entre las piernas.
ÉL lo sabe, sabe que no sé decirle que no, y que no me supone ningún esfuerzo quedar a altas horas para comerle la polla, porque sí amigas, porque después de 10 años con más idas que venidas ya ni perdemos el tiempo, aunque cada vez es menos alfa y más macho, sigue siendo el rey de mi manada. El roce de sus labios en mi piel es la química más perfecta que existe. Y lo sabe, y juega con esa ventaja…
Sé que nunca me querrá, no de la forma en la que yo le he querido. Tampoco me importa, ya no nos queremos pero lo que provoca en mí es tan bestial que no puedo rechazarlo.
Supongo que el mundo esta lleno de amores imposibles y de polvos espectaculares, éste es ÉL, que cada uno tenga el suyo que ÉL es mío (a ratos).
A ÉL, porque gracias a nuestras locuras de ventiañeros salidos puedo nutrir este blog.
A ÉL que saco lo peor de mi.
A ÉL.