Barbarella al desnudo
Barbarella
Hoy me desnudo, y lo hago porque en mi ética no hay una regla que me diga que estoy haciendo mal a nadie, y si a alguien le ofende un cuerpo desnudo es que su mente está más sucia de lo que jamás sido mi cuerpo. Lo sé, es una pataleta, porque no entiendo la doble moral ni los prejuicios, ni siquiera veo el sexo como algo pecaminoso, pero tampoco tengo que entenderlo todo…
Mi pataleta viene porque recientemente en una famosa red social han censurado un artículo de opinión que compartí sobre el libro de “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, una de mis distopías favoritas donde los habitantes de ese mundo son prisioneros del sistema sin saberlo. La censura vino porque ese artículo estaba ilustrado con un cuerpo desnudo, y yo no ví ninguna obscenidad, no pensé que podría atentar contra los principios morales de mi red social, una red cerrada y de mayores de edad. Cometí el pecado de enseñar los senos de una fémina, si hubiera sido un pecho masculino no hubiera pasado nada, y si uno de sus senos hubiera estado amputado tampoco, así me lo hicieron saber en el mensaje que me mandaban desde la red social avisándome que estaba castigada sin poder compartir en el plazo que ellos consideran necesario para que reflexionara sobre el mal causado con mi acto.
Si en algo destacamos los humanos es en tropezar con la misma piedra, ya es la segunda vez que cometo este terrible delito, la primera fué porque en uno de mis dibujos se divisaba un pezón, pensé que era de locos, un error de concepto, hace ya mucho tiempo que no se censura el arte, pero estoy equivocada, he leído que también han censurado unas imágenes del Louvre…
Vamos para atrás como los cangrejos…