No sé si os he dicho que vivo en un apartamento de esos cuya cocina sale a un patio interior en el que confluyen, aparte de la ropa tendida, las ventanas de otras viviendas.

Se acaba la primavera y yo sin nada que ponerme. Mi  fondo de armario está un poco desanimado. Tendré  que darle una vuelta a mis trapitos porque no sé que ponerme y no me veo bien con nada.

Todos los años organizo una fiesta de cumpleaños por todo lo alto, menos este año, no estaba de humor, mi plan era quedarme en casa, leer, y dormir.

Todo empezó antes de poner fin a mi matrimonio. Ya estaba muerto hace tiempo, tanto como mi frágil autoestima. Los embarazos se encargaron del resto.

Nos conocimos a través de una página de citas. Al principio no cuadrábamos mucho porque su foto era muy borrosa y no me gusta la gente que se esconde, algo tendrá que ocultar…

Mi boss me castigó con una reunión en Madrid. Al meno así me sentí, castigada, sabe que me disgusta madrugar y lo de hacerme volar a las 7 de la mañana era toda una tortura.

Juventud, divino tesoro, que se suele decir. Mi pareja del momento y yo eramos jóvenes, repletitos de hormonas y de ganas de investigar,

¡Joder, pero que bueno que estoy! Debió pensar Javier al entrar en la ducha aquella mañana tras su travesía de hora y media en bici, desde la cabina de mampara transparente el espejo le devolvía el reflejo de su cuerpo entero bajo el chorro del agua,

El día que conocí al buenorro me preguntó ¿Por qué te llamas Barbarella? Ven mañana a mi casa a las 8 y te lo explico…

Maldito cabrón: cap 1 El sexo virtual está bien, desde luego te deja bien calentito para el siguiente paso, pero en mi caso con Javier, el sexo virtual, los chats y últimamente las llamadas telefónicas eran nuestro único vínculo afectivo-sexual.

El frío aquella mañana se sentía más que las anteriores. Desde que empezó el invierno, le costaba cada vez más salir al mercado. Se agarró del brazo de su padre y, dejándose llevar por él, empezó a caminar.

Este fin de semana me voy de puente. Unos amigos me han invitado a su casa de La Rioja. El plan es pasar unos días relajados, y simplemente hacer visitas a las bodegas de la zona y pasear por el lugar, sin más pretensión que pasar un rato agradable y entretenido.

El otro día Sonia me sugirió este local, pero no podía imaginar lo que encontraría… Me cité con ella el sábado a eso de las ocho. La verdad es que me sorprendí a mi misma cuando mirándome en el espejo, el reflejo me devolvió la imagen de alguien que estaba buscando guerra,