Con las cosas del comer no se juega
Dos de Corazones
Hola criaturas del averno, hoy os traigo una historia divertida, pero no tanto. Simpática, pero que me molestó un poco y aún así, bueno, tampoco pasó nada, en fin, empiezo.
Estoy pletórico, todo fluye y en el plano sexual no puedo quejarme, eso se nota en la manera de comportarme con el resto. Estoy más risueño, conversador y vacilón con todas las personas con las que confluyo, sí, con aquellas que me atraen y me gustan también.
Cuando hay alguien que me gusta hablo, es lo que hago, no se ligar de otra manera, converso y entre charla y birra se cuelan pinceladas eróticas por aquí y doble sentido por allá y voilá, te las cazan y a veces sucede que te las retornan y así entre vacile y vacile las piezas se sitúan en el tablero y se ven claras las intenciones ¡y oye! a veces hasta juegas una partida épica.
En el mejor de los casos acabas compartiéndote, en el peor tienes una charla animada y pasas un tiempo agradable, así que ya veis, todo son ventajas.
¿Qué pasa, que te quieres tirar a todas las personas con las que hablas?, Vamos a ver, tirar tirar, no seamos burdos, si aquellas personas me atraen físicamente, tienen conversación interesante y me parecen divertidas pues claro que me gustaría compartirme, ¿tú no? piénsalo.
A lo que voy. En esta ocasión la charla se daba sin pegas, las risas brotaban, el contacto físico era despreocupado, los dobles sentidos se lanzaban en ambas direcciones y oye, al final nos acostamos y fue grandioso.
Quedamos un par de veces y repetimos encuentro, todo fluía hasta que en un momento dado me dijo que quería parar, que ya no quería seguir acostándose conmigo. No voy a negar que me dolió, no negaré que me enrabiete por dentro, que no para con ella. Ella es libre de querer o no querer compartirse y eso es indiscutible, al menos para mi.
Ante esta nueva tesitura decidimos continuar con nuestras conversaciones y quedadas de birra, no sexuales, ni que decir tiene que estos encuentros se espaciaron, aún así seguían siendo divertidos.
Las charlas eran picantonas y a veces yo mostraba claramente, sin tapujos pero siempre con elegancia mi deseo hacia ella y es que ¿para que andar escondiendo nada si ya nos hemos estado comiendo nuestras cositas? además diré que ella aceptaba de buena gana las chanza e incluso me las hacia también.
Un día me comentó que tanta broma sexual le causaba sensación de agobio, que se sentía presionada por ellas, así que básicamente cerré la boca no sin antes decir -Sabes que me gustas, que quiero contigo y que si algún día te apetece compartirte házmelo saber y si coincidimos será magnífico.
Y así seguimos, colegueando sin presiones ni dobles sentidos, sólo conversación apasionante y risas, ya no hablamos mas acerca de compartirnos sexualmente y tan bien lo pasábamos que poco importaba, nuestro pasado sexual quedó atrás.
Y todo fue bien hasta que en una conversación (whatsup) suelta la frase,
-No me tientes que al final follamos
a lo que respondo – No sé a que viene esto, pero cuando quieras darling
-Yo pensé que no pensabas ya en esos términos de mi, ¿no era eso lo acordado?
-Venga no me jodas, que yo ni siquiera había pensado en el tema, había seguido según lo pactado y tú has abierto la caja de pandora.
-Pero pensé que ya no pensabas en eso, tienes razón, te has portado super bien.
-Mmmm, vamos a ver, antes de continuar vamos a poner las cosas negro sobre blanco ok, que yo creo que va a ser lo mejor. Por supuesto que quiero acostarme y compartirme contigo ¿cómo no? me caes bien, hablamos de puta madre, nos reímos, el mejor coctel para poder disfrutar de un momento inigualable. Ahora, mas allá de eso tampoco soy un necio y no ha de pasar nada que tu no quieras que pase.
-Pues sí, ya me has visto que no estoy por la labor de acostarme con nadie.
-Ya, por eso me sorprendió que me lo dijeses, verás, en este momento carezco de expectativas y que no te vea como una compañera vital no significa que no considere tener momentos espectaculares y si no podemos tenerlos, podremos tener momentos geniales de charla y cerveza cuando nos cuadre y queramos tenerlos.
-Ya, hoy me he relajado y por ello quise vacilarte yo ahora con lo de acostarnos.
-Mira, he decidido no hacer ver mis ganas de acostarnos y compartirnos por que no quiero ponerte en ese aprieto, lo hemos hablado. Ahora bien, tú sabes que me molas y lo que no puedo aceptar, por mi bien mental, es que si no vas a hacer algo, no me vaciles con hacerlo porque eso ya puede joder. Es decir, si quieres compartirte conmigo genial, házmelo saber, probablemente surja y sea épico.
-¡¡¡¡¡Ya, pero tu si que me vacilabas con lo de acostarnos!!!!!!
-Ay ama, por que no es un vacileeeeeeeeee, yo te lo digo por que yo sí quiero, vamos…
QUE CON LAS COSAS DEL COMER NO SE JUEGA
Y así terminó esa conversación y se dieron muchas otras ya de colegueo, pero diré que en un para de ocasiones confluimos porque las cosas claras saben mejor.
Así que recordad, no habléis de gratis, recular es válido, pero recordad
CON LAS COSAS DEL COMER NO SE JUEGA
Un saludo de Dos de Corazones.