Ayer Pili me llamó por teléfono, estaba preocupada, las relaciones con Iñaki ya no tenían nada que ver con sus inicios, nunca pensó que hacer dieta pudiera tener efectos secundarios en sus relaciones sexuales.

-Iñaki dice que así no puede seguir, que le clavo los huesos cuando me siento sobre el al follar y que no “tiene agarre” al ser mis tetas tan pequeñas.

Parece mentira, toda la vida quejándonos, pensando entre nosotras que las delgaditas lucen más sexy y resulta que ellos las van a preferir redonditas

Me comentaba Iñaki que le encanta la sensación de tener que abrir cada moflete para conseguir el “enculamiento” perfecto y que al parecer, el placer es mayor al producirse ese suculento roce tanto al entrar como al salir y claro, ahora eso en parte se ha perdido en su relación con Pili.

La verdad es que si lo pensamos un poco, yo, que gozo de buen trasero, creo que Iñaki tiene razón, a mi me pone a mil ese momento en el que noto los deditos de mi chico introduciéndose entre mi culo, separando cada nalga en la búsqueda del sitio perfecto, y si después ese dedito empieza a bajar, pues para que queremos más!! Automáticamente soy yo la que me agarro con las manos cada cachete, brindando un culo que espera ansioso ese empujoncito duro y firme que me acerca a la pared en cada embestida… ¡¡¡Qué rico!!!

Sin duda un culete redondete les vuelve locos y es que, ¿A quien no le gusta un azotito, ese cachete en las nalgas prietas y carnosas.. ese “Chas!” que acompaña a cada empujón desde atrás?

Pili se queja apesadumbrada… Ella también quiere… Y yo le respondo divertida que las delgaditas también tienen su “aquel” y que son capaces de subir sus piernas hasta el infinito dejando abiertas a la imaginación todas las posturas del Kamasutra con una facilidad pasmosa. Si si!! Me dice ella, pero si es redondete mejor. Ese saca – mete, ese pene atrapado entre los muslos juntos casi impidiendo salir.. esa búsqueda eterna…..

Vale! Pues si, estoy de acuerdo, porque donde estén unas manos bien asidas a mis tetas mientras me penetran por detrás que se quiten zarandajas!! El cuerpo de mi chico rebota contra mi culo redondo y le gusta, sus manos se agarran a mis tetas como asas y le gusta, y yo sigo pensando… Todas las mujeres deberían probar por detrás, y me diréis: “AY no! Que duele!” “No que me da vergüenza” o… “Qué cochinadita” … Pues si mira según como lo veas… pero te mueres de gusto y gritarás que quieres más.

Y es que hablando de culetes. Me he dado cuenta de que no puedo dejar de mirar a mi compañera Leti de la oficina, supongo que es normal que yo, siendo una chica piense que está bien buena y que ya quisiera la Leti que todos conocemos disponer de ese pedazo de “bull” que tengo ganas de agarrar cualquier día en el baño, no, no soy lesbiana, pero creo que recrearme un rato tocando unas buenas cachas puede ser muy divertido y me da morbo imaginarme haciéndoselo.

Y es que sin duda. Un culete redondete es capaz de levantar la mayor de las pasiones.

Foto de portada: Adrianne Mathiowetz