De Amor, sexo y nuestros hábitos bajo las sábanas
Juliette
Hola diablos y diablesas, Juliette os saluda.
Hoy vengo a hablaros de una cuestión que me ronda la cabeza, y sobre la que quiero pediros vuestra opinión. El caso es que, si echáis una ojeada por la red, os encontraréis con numerosas páginas que nos hablan de nuestra forma de dormir y nuestra personalidad, solos y acompañados.
Pero lo que ahora quiero que me ayudéis a analizar es la segunda. ¿Nuestras relaciones se ven reflejadas en la forma de dormir con nuestras parejas eventuales, o no? Seguro que tenéis mucho que aportar.
Decir en primer lugar, que además de ser todo un corta y pega de lo mismo, la mayoría de los contenidos no gozan de mucha imaginación la verdad, son definiciones muy vagas sobre nuestra forma de dormir en pareja.
En mi opinión no tienen en cuenta numerosos condicionantes. Mencionan de refilón, lo que es obvio, que no se busca el mismo contacto en una relación incipiente, que en una que cuenta ya con lústros. Tampoco se tiene en cuenta si hace frío o calor, una persona pegada cuando las gotas de sudor se cuentan por millones no es agradable, y si es un dormir después de una larga jornada agotadora, que te da justo para caer como una estrella de mar, o un tranquilo sábado en que se ha gozado de una sabrosa sesión de sexo.
Lo que está claro, o yo tengo claro, es que esto de dormir así o asá depende más de hábitos que de personalidad, o más todavía, de si la relación que tienes con tu pareja es buena, mala o peor.
Sino, no sé cómo vamos a explicar el hecho de que, claramente, la postura de la cuchara es la más demanda, pero dando igual si acabas de ligar esta noche, o estás en un matrimonio que se sostiene por hilos carcomidos.
Me parece muy iluso pensar que se quiere más o menos a quién tienes al lado por la manera que duermes con él. Más cuando una posición puede señalar una cosa, o bien lo contrario. Es decir, me agarro a ti porque te quiero, o porque no quiero soltarte ni en sueños por si te escapas, que aunque parezca lo mismo, no lo es.
Veo en todos estos post el mismo tufillo que hay en casi todo lo relacionado con el AMOR. Nos muestran cómo debemos actuar al amar, con unos paralelismos muy parecidos a las películas de Disney ¡Que daño han hecho!, o a las romanticonas de Hollywood. Y lo peor, nos lo creemos.
¡Ojo! No veo nada malo en el contacto, sino todo lo contrario, creo que debería haber más, y no solo en la cama. Las caricias, roces, y gestos de complicidad deberían hacerse como un mantra, tanto en relaciones esporádicas, como incipientes, cómo en relaciones de larga duración.
Pero llegar a creernos que porque dormimos así, que es el caso que nos ocupa, amamos más o menos me parece un gran error. Porque la conducta posesiva, o la dependiente, ambas totalmente tóxicas y generalizadas, nos hacen pensar que si no nos pegamos, o no estamos todo el día pendientes de esa persona algo va mal, y yo creo que no tiene nada que ver.
El asunto es que confundimos amar con querer, que aunque no contrarios, son incompatibles. El amar es altruista, no amas a cambio de algo, el amar es un fin en sí mismo. Si amas no atas, no exiges. El amar es silencioso.
El querer, sin embargo, es egoísta, se centra más en el yo, por eso es más ruidoso. El que quiere reivindica su papel como protagonista, intenta llamar la atención del otro, y de los demás sobre si mismo, sobre su YO…
Estaba perdida en estos pensamientos cuando llegan mis amigas diablesas, Astartea, Gigi La Faraona, Moonlight y Mandrake, y nuestros diablillos traviesos, Ruper y Dos de corazones. Habíamos quedado en una cafetería local para charlar un rato de asuntos terrenales e infernales.
Después de los saludos de rigor, les interrogo sobre mis dudas. ¿Os parece que la manera de dormir marca nuestras relaciones? ¿Amamos o queremos? ¿Es lo mismo? Mi cabeza hierve de ideas.
Estoy tan acelerada que me piden que me calme, que me explique mejor. Y eso hago… Sus opiniones no tardan.
“Ruper- (En la reunión de hoy con mis diablesas preferidas, sale el tema del descanso, el amor o el querer y la famosa postura de cuchara)
En mi opinión, el descanso debe de ser sagrado, es el gran descanso del guerrero, o de la amazona, según el caso, cualquier postura es buena para descansar en pareja, y volver a recargar fuerzas para la siguiente batalla del día a día. Con el tiempo la pareja crea unas normas no escritas sobre el tan deseado descanso, sale por sí solo.
En mi caso, no concibo el contacto físico para dormir, necesito mi espacio para que cada célula de mi cuerpo se oxigene. Dejando este punto aclarado, la posición de la cuchara me parece un imprescindible en el sexo, tanto en los preliminares como en el post coito. En los preliminares en esta posición, puedes tantear a tu pareja sexual, para saber si está receptiva, o empezar tu mismo con los juegos, un mordisquito en el hombro, acariciar su cadera, si tu pareja está receptiva se puede estar un buen tiempo jugando en esta posición, ya que están todos los puntos que a mi me gusta estimular, se accede muy bien a los pezones, el cuello está a un mordisco de distancia, y estimular la piel de la cadera y bajo vientre siempre es muy efectivo, sin mencionar lo evidente que desde esta posición se puede acceder con suma facilidad al sexo y al ano.
Un juego que yo suelo usar mucho es estimular a la pareja sexual de esta forma y introducirme en ella en esta posición, y cada vez que esta se mueve parar, hasta que esté quieta, y seguir luego hasta que ella no pueda más y me coma vivo o se deje llevar por el juego de la dominación mental.
En el post coito hay féminas que no concibe el sexo sin cariño ( al igual que muchos hombres). Por eso mismo es una buena posición post coital para aquellas personas que necesitan cariño en el sexo ( sé buen amante y folla también sus mentes, dales los que su ser quiere, no solo devores su cuerpo).
Juliette- Está claro Ruper, hay una clara diferencia entre el descanso sin más, y los contactos pre y post sexo.
Yo para lo primero necesito mi espacio, y para lo segundo a todos nos gusta tantear a ver si el otro está receptivo para volver al ataque. En ese caso efectivamente la postura de la cuchara da mucho juego, y esos juegos de caricias, mordiscos y dedos juguetones son realmente excitantes. Te sube la temperatura cuando notas acción a tu espalda, o a tu frente.
Pero sigo pensando que todo esto no marca más que hábitos, en este caso de juegos. Cuando el cuerpo habla sobran las palabras. Y cada cuerpo tiene su propio lenguaje, que es más fácil de entender cuando más complicidad hay, pero también más predecible. Hasta los diablos y diablesas necesitamos comunicarnos y buscar el contacto físico. Llevamos el calor en el ADN.
Moonlight- Está claro chicos que hay diferencia, se debe contar con el nivel de cansancio que tengas en el momento de ir a la cama, o es muy diferente si es una mañana de remoloneo en la cama con tu pareja, aunque no haya sexo. Yo, personalmente, mientras estoy consciente me gusta notar que mi pareja está al lado de alguna forma.
Normalmente él se tumba cómodo y yo me recuesto sobre su pecho para darnos el besito de buenas noches, pero esta posición no dura demasiado. Es el primer momento romántico, por así llamarlo, y al de unos minutos cada uno busca su comodidad cuando aún estás quedándote dormido, y no me molesta que me aparte porque le doy calor, lo entiendo perfectamente, a veces me aparto yo sola porque me da calor. Aun así, cuando cada uno se ha buscado su postura cómoda para dormir en su lado de la cama, me gusta rozarle aunque sea con una mano o un pie, sentir que está ahí al lado. Posiblemente sea una necesidad personal por mi parte de sentir contacto, influye el carácter o las necesidades de cada persona.
Aún así, como se ve, es perfectamente compatible el descanso cómodo de la persona durmiendo con la necesidad de sentir contacto de su pareja, basta con acercar un pie a una pierna, no tienes porque hacer cucharita o tumbarte encima. Y no, no quieres o amas menos a la persona por no estar en cucharita toda la noche. El besito de buenas noches y buenos días, o las caricias leves en momentos de rutina en la convivencia son ya un símbolo de mucho amor.
Juliette- Esos pequeños detalles, si. Un roce con un pie sutilmente es de lo más romántico, creo yo. A mí la verdad me gustan las caricias en todo momento ¿Creéis que esto es realmente más femenino, o nosotras tenemos menos miedo a expresar esa necesidad?
Pienso que aunque sea para momentos fugaces las caricias son siempre bienvenidas, pero a veces nos hace pensar que eso dará un mensaje erróneo. Darlo todo aunque mañana no sea nada, vivir el momento intensamente, y amar, sin condiciones, ni condicionantes, sin esperar nada a cambio…
Dos de corazones– Bueno parece que todos coincidimos o al menos en parte, veréis, hace tiempo leí en una revista, de estas que te encuentras en salas de espera de algunos consultorios, un artículo sobre psicología en la cama, venía a decir que psicológicamente es más razonable dormir separado, incluso en diferentes camas sería lo ideal, el cuerpo y la mente descansa claramente mejor en soledad, las cifras de porcentaje eran altas, toda una serie de ventajas para el cuerpo y la mente a través del descanso solitario.
El artículo no había sido escrito por una persona necia, en él se ensalzaban las ventajas de dormir solo, que eran como digo infinitas, pero a medio artículo el mismo autor venía a decir que TODO ESO ESTABA MUY BIEN PERO QUE NO, el ser humano por razones de educación y afectividad, al ser un ser visceral anteponía el sentimiento reconfortante de dormir con un compañero al de hacerlo en mejores condiciones solo.
Lo que yo entendí y desde entonces defiendo es que en realidad el saberse acompañado es gustoso y que el contacto lo es más, ahora bien, como habéis dicho depende de infinidad de factores como el térmico, el de las ganas, el del deseo de descanso o el del deseo de compartirse y todo es válido, todo es posible, solo hay que hablarlo. Dormir en cucharita está muy bien siempre que se quiera y cuando no pues no pasa nada, no se quiere ni más ni menos por estar encima, no se quiere más ni menos por querer descansar sin tocarse, ni tocándose, a lo que voy es que cualquier cosa es viable siempre que se hable, entiendas las necesidades de la otra persona y esta comprenda las tuyas, llegar a acuerdos sin anularse y así cucharita, brazo-pierna encima, culo con culo, todo surgirá con naturalidad y se detendrá cuando se desee.
En definitiva lo interesante es tener un compañero de juegos con el que poder hablar y discutir todo esto jejejejeje.
Juliette – Si jejeje y nosotros, seres del averno, somos de jugar, y de tocar, y de todo lo que nos dejen.Por otro lado, como dice Mandrake, es más fácil querer que amar. En El Principito lo explica muy bien, lo busco…
Gigi– Pues si mis queridos diablillos, a mí también me gusta dormir acompañada, ya sea con una pareja más estable o con alguien más casual. Pero la sensación del contacto físico con la persona que compartes intimidad me producen mucho placer. Soy consciente que yo particularmente (y la mayoría de mujeres) follamos con la cabeza y alimentamos el sexo con ternura, cariño y muchas veces amor. Esta postura enmarca todo eso, independientemente que sea efímero.
Al final lo que uno espera encontrar es un cómplice. Por eso empezar el descanso en esta postura, aunque una vez dormidos cada uno acabe en un rincón del catre… ya no somos conscientes, cada uno está en su taller de reparación que es el sueño. Pero me encanta despertar y retomar la postura para volver a ser cómplices y quién sabe si compartir sueños o miedos…
Pero creo que ya me he puesto demasiado romántica…
La postura de la cucharita es ideal siempre y cuando no haya brazos por debajo ni piernas encima… El contacto gusta, pero no la falta de respiración, ni sentirse atrapado, o como en una jaula. Es suficiente con saber que estás, y un roce que electrifique…
Astartea- Yo creo que depende principalmente del momento que está atravesando la relación, en qué estado se encuentra la misma, porque en una relación de años, hay subidas y bajadas, momentos regulares, buenos y muy buenos, y en algunas ocasiones le harías más bien el cuchillo (que me río yo de Eduardo Manostijeras en esos casos) y otro te lo comías con cuchara y todo.
Yo desvinculo el tema sexual a la forma de dormir, en este caso, soy más de emociones, de sentimientos. La cama bien para follar, entre otros sitios, pero para dormir es el mejor lugar, un lugar tranquilo y seguro en el que te sientes tu. Y buen momento de relax para darle a tu pareja y recibir de ella los minutos de mimos del día, y luego cada uno, a su lado, a dormir como estrella de mar. Lo que no quita que en algún momento de la noche, estires tu mano, para sentirle, pongas pierna encima hasta que te aparte, toques su cabecita, le tranquilices cuando sientes está teniendo una pesadilla o te acerques a darle un besito de amor sin que se entere, a mi me encantan estos.
¿Querer o amar? Pues las dos. Amo y quiero a mi pareja. Porque creo que en una relación para que perdure en el tiempo, hay que dar pero también SABER pedir. Es la base de la comunicación…. Decir lo que quieres y oír lo que quiere el otro.
¿Posturas al dormir? Una de mis preferidas, la cucharita, a mí me apetece mucho con mi pareja y también con mis niñas, es un acto gratuito de buenos sentimientos…. Abrazar y sentir cerca a quienes amas, es proteger al otro y sentirte protegido al mismo tiempo, es enseñarle algo de ti sin tapujos, es dejar a la vista lo que sientes sin necesidad de palabras….momentitos gratuitos de felicidad…
Sentir el calor de la otra persona, su piel, su respiración, sus latidos, su olor, pero no ese olor de humanidad, sino el aroma que desprende cada persona, es ahí justo en esa postura cuando más lo siento. Ese aroma que no se definir, pero que conocería con los ojos cerrados, ese momento de tranquilidad, de relax, de felicidad, de intimidad, de dar y de recibir sin pedir, de discando después de un día de idas y venidas, eso es para mí…..
¿Qué los años lo convierten en costumbre alejado de sentimientos? No, no lo creo…. O te sale del amor que trabajas todos los días o desaparece… “
Y así seguimos debatiendo sobre el amor, el querer, y nuestras posturas preferidas al dormir, durante tres horas o más. Que se me hicieron muy, muy cortas ¡Se está tan a gusto con mis compañeros del averno!
Volviendo para casa encontré lo que quería comentarles de El Principito, y lo escribí para que no se me olvidara en nuestra próxima quedada.
-“Te amo” – dijo el principito…
-“Yo también te quiero” – dijo la rosa.
-“No es lo mismo” – respondió él…
«Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía…
…Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el “bien” querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados.
…Cada ser humano es un universo. Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío… Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento…
…Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro…
…Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.”
– “Ya entendí” . dijo la rosa.
-” No lo entiendas, vívelo” -dijo el principito.
¿Qué creéis? ¿Les gustará a mis queridos diablillos lo que dice El Principito?
Ya os contaré, PERMANECED ATENTOS…
Foto de portada: GreggMP