Siempre me han gustado los de mi edad, pero teniendo en cuenta mi historial de malas elecciones decidí cambiar de estrategia. Además había un segmento masculino que todavía no había probado, los maduritos a partir de 50, 

“Degenerado”. Con este título no pude evitarlo, tenía que leerlo; los degenerados siempre han sido unos tipos interesantes y yo tengo tanto que aprender…

Durante una temporada los baños no han tenido muy buena fama, un despilfarro de agua con lo limpita que puedes quedar con una buena ducha. Podéis llamarme viciosa, yo a veces necesito un baño.

Anoche salí con “el ingeniero”, un chico de esos de los que encantan a las madres, pero aburren a las hijas, aunque a mí me da mucho morbo buscar un pequeño empotrador en su interior.

Nota: Este es un relato escrito conjuntamente entre Barbarella y Rupert. Como el sistema del blog no me permite colocar la autoría a los dos, dejaremos ese pequeño privilegio a Barbarella por cortesía caballeresca, porque llegó primero y porque está más buena.

Por fin llegaron mis soñadas y merecidas vacaciones. Tenía un plan perfecto, visitar a unos buenos amigos en Ceuta parando antes en Algeciras

El amarillo no es mi color, por lo que me puse mi minivestido rojo para ser divisada desde cualquier parte del garito.

Me tiene impactada el artículo de Hieros Gamos en el que argumentaba que había que dejar de descartar masculinos «desesperados». Es algo como el karma aplicado al mercado de los masculinos, de tal manera que vamos invirtiendo en estos «descartados por defecto», que van mejorando sus habilidades con el uso y disfrute, mejorando así la […]

¿Tenéis algún amig@ que os invita a planes con groupon? Pues yo también tengo una. En esta ocasión era una invitación a 3 cubatas en un nuevo Pub. La verdad es que había bastante ambiente y total ya teníamos nuestros cupones, así que entramos. Al principio pensé que nos habíamos colado en una post cena […]

Ummm me apetece wasapear, nada como una canción para romper el hielo, así que con el titular de «pop cruel» le mando la canción de Lilly Allen de «no me hace gritar»,

Después de mi último fracaso mis expectativas sexuales estaban por el suelo, y nada como un vestidazo nuevo para subirme la moral.

Aterricé en el mercado del follamiguismo sin bragas y sin freno.