Cuerpos desnudos:                II De los cuerpos desnudos vinimos y hacia ellos dirigimos nuestros pasos.

Cuerpos desnudos:     Aquí y ahora no importan las discapacidades de oficina, de horarios o de cicatrices –porque a veces ellas, las cicatrices, nos paran los pies-. Mientras descifro

Orgasmarás: «Orgasmarás, será tu Mandamiento…«* dijiste y comulgué.

Mis manos indecisas te encuentran en este cruce de caminos.

«Coger brujas -me dijo una vez- es lo más fácil»(*) sin embargo apenas pudo rozarme:

Amor-atados: Si me atas se irá el amor, sólo quedarán versos amoratados,

Siempre paso página. (Aún) No tengo excepciones. A veces… tarde,

Soledad doblada: Ya voy desmontando ese telón rojo, quitando los paneles del tablado y todos los hierros que lo soportan.

Peaje: A veces pienso que ya pagué el peaje pero no me absuelves

Aún podemos quemar la ciudad, aunque las sienes se cubran de nieve y acechen los últimos rayos de sol,

Sin acuse de recibo me entregaré a tus besos en este poema.

Fíjate, tú ahí, en la cama: desnudo y dormido;

Estoy abierta a volar en espiral, a empujar con la lengua las palabras, a desnudar mis versos en tus manos donde mi aliento descansa de su lucha.