El analgésico perfecto
Mandrake Scream
Son ya muchos días con esta presión en mi cabeza, sólo calmada cuando mi Darkness Prince ha estado conmigo.
El dolor de cabeza hoy se está haciendo insoportable, la noche del viernes fue muy larga y divertida, pero ayer mi cuerpo mortal ya no podía más. Mi mente confiaba que al final cambiase de idea y se quedase otro día en la tierra, pero el deseo no se ha cumplido y él ha regresado al infierno, con gusto volvería yo, pero los deberes terrenales me reclaman. Así que hoy me he despertado sin ánimo. Le echo de menos.
Creo que el mejor remedio para todos mis males va a ser un buen chute de serotonina (para levantar mi ánimo), dopamina (para recuperar el buen humor) y endorfinas (para aliviar mi dolor de cabeza). No me van las drogas sintéticas con idénticos efectos, las he probado y no me aportan nada nuevo, y el sexo es mi pasión. Así qué… ¿por qué no?, un buen orgasmo y se acabarán mis males.
Sólo de pensarlo ya me animo un poco, pero no lo suficiente para darme placer yo sola y ahora mismo no tengo juguetitos, pero… SÍ, ¡eso nunca falla!,con sus distintos chorros ¡el orgasmo está asegurado!, al recordarla mi cuerpo reacciona, sale de la cama y se dirige raudo a llenar la bañera. Un poco de gel para que haya espuma, una bola de aceite esencial con olor a melocotón, y ¿por qué no?, unas velas de olor chocolate aunque sea de día, quiero que todos mis sentidos se activen.
Mientras se va llenando la bañera me tomo un café y un croisant a la plancha waseando con Macs invitándola a comer en mi casa para que me cuente sus periplos de la noche del sábado, me dió rabia que mi cuerpo no pudiese moverse y salir también.
Termino mi desayuno y me relamo de pensar en lo que va a suceder.
Entro en el baño, me desnudo y meto un pie en la bañera. ¡Joderrrr! me he pasado con el agua caliente, se me ha erizado todo el vello del cuerpo, menos mal que la bañera sólo está a medias y puedo añadir agua fría, no tengo ganas de esperar más. Giro por completo el monomando a la derecha y noto en mis piernas el contraste del agua helada saliendo de la manguera de la ducha sumergida con el agua caliente que las rodea, tengo un escalofrío en la espalda, es una sensación agradable, me encantan estos contrastes.
Dirijo la manguera de la ducha hacia otra zona y por fin puedo sentarme, el contraste de calor y frío envuelve mi sexo, y un nuevo escalofrío recorre mi espalda, al fin me tumbo y me dejo flotar.
El chorro de la ducha está en el fondo de la bañera, hoy he elegido el de máxima presión de masaje y noto como las burbujas acarician mi espalda y suben por mi nuca hasta mi cabeza. Es el momento de poner otra temperatura en el agua. Con el pie giro el monomando hacia la izquierda hasta encontrar la temperatura idónea para mi cuerpo.
Las burbujas masajean mi espalda.
Me siento cómoda.
Me voy relajando.
Mmmmmm.
Mis piernas están flotando, notando la ingravidez, mi respiración empieza a ser más lenta y profunda y mi boca se va humedeciendo. Noto como si miles de dedos firmes masajeasen mi espalda, cojo la ducha y dirijo el chorro golpeando sobre ella. No puedo evitar pensar en la película El Ente, como esa presencia orada la carne de la protagonista, soy rara lo sé, pero esa escena siempre me ha puesto.
Dirijo el chorro de la ducha sobre mis piernas y a continuación sobre mi vientre. Pienso en él, y dirijo el chorro hacia mis senos.
El chorro golpea mis pezones totalmente erectos como si fuese su boca succionando y jugando, primero uno y después el otro, mis piernas se tensan y en mi espalda un nuevo escalofrío. Mmmmm ¡que bueno!.
La dopamina de mi cerebro está empezando a hacer su efecto, siento un ligero placer y mis ideas se vuelven más nítidas, lástima no tener una grabadora mental para revivir cuando quiera este momento, sé que la oxitocina liberada incrementa mi memoria pero a muy corto plazo y cuando alcance el orgasmo sólo quedará el recuerdo final.
Pero ahora mi mente ha conectado con él y nuestro último encuentro. ¡Quiero más!, ¡más placer!.
Deslizo el chorro de presión por los costados de mi cuerpo bajando hasta mi monte de Venus. ¡SÍ!, mi estómago se contrae y jugueteo con la ducha alrededor de mi sexo, sin llegar a tocar con su presión el botón del placer.
Es una sensación que me gusta, provocarme y provocar deseo hasta que se convierta en necesidad de ser satisfecho.
Mis dientes mordisquean el labio inferior de mi boca, la punta de mi lengua recorre mis labios en forma cíclica, mi boca está jugosa a la par que mi sexo.
Mis piernas se tensan al roce del agua sobre mi clítoris, mis nalgas también, mientras tanto con mi otra mano estrujo suavemente mi pecho, sintiendo la erección del pezón sobre mi palma.
Las piernas vuelven a flotar relajadas, la serotonina hace ahora su efecto y una sonrisa se dibuja en mi rostro, es esa sensación de bienestar y buenos recuerdos. Pero el deseo sigue in-crescendo mientras continuo con mi jugueteo.
Recuerdo como su lengua traviesa y su boca no hace mucho jugaban con todo mi sexo y quiero sentir ese placer. Deslizo el chorro sobre mis labios mayores desde arriba, separándolos, y las burbujas masajean mi clítoris a modo de succión. Mi cuerpo vuelve a tensarse, mis piernas y nalgas se endurecen como el acero, mi garganta emite pequeños gemidos, mi espalda se arquea, NECESITO TENERTE DENTRO y me introduzco los dedos, noto como la oxitocina ha hecho su efecto y los espasmos de mi vagina se aceleran a un ritmo de vértigo.
Estoy a punto.
Voy a correrme.
No muevo ni un músculo.
Todo está tenso.
De pronto mi garganta suelta un grito de placer y noto como mis fluidos salen a presión de mi sexo, y por fin llega el orgasmo que deseo, ese que hace que explote mi cabeza, desde mi nuca hasta mi frente la explosión recorre todas las neuronas de mi cerebro, y mi cuerpo se vuelve laxo, relajado y placentero. Mmmmmmmm.
Aparto la ducha de mi y me dejo flotar. Las endorfinas han hecho su efecto, ya no hay dolor, sólo placer y tranquilidad absoluta, bienestar y calma.
Y de pronto suena el timbre, ¡COÑO YA SON LAS TRES!, ¡hay que ver como pasa el tiempo cuando disfrutas!. Salgo corriendo de la bañera, cojo una toalla y abro la puerta a Mackszeme. «Pasa, me has pillado en la bañera, me doy una ducha rápida y salgo». Me sonríe cómplice y se va al salón a esperarme.
Bueno mortales hoy para vosotros tengo este consejo:
M agreaos de forma rotunda
A cariciad vuestro cuerpo
S entid que el placer os inunda
T ocaos todo el tiempo
U rgad vuestras fosas profundas
R ayad el dolor del deseo
B ajad de forma furibunda
A maos hasta que os confunda
O rquestaos un propio requiebro
S entid que os explota el cerebro.