El deber de recordar
Diablos Invitados
Autor: María
Te observo, cuando no te das cuenta, en el sofá mientras vemos cualquier película, solo por la necesidad de estar juntos, mientras cocinas para mí, mientras te preparas para salir, cuando coges mi mano mientras tomamos café con los amigos, me gusta observarte sobre todo por la noche, en la penumbra de nuestra alcoba, en nuestra cama mientras duermes, a mi lado, tranquilo, relajado, seguro. Me gusta acariciar tu pelo, las canas han aparecido hace ya tiempo, ¡te dan un toque tan sexy maduro!, las arrugas horizontales de tu frente y las patas de gallo se han hecho evidentes. Tu cara refleja el paso de los años, no te trata nada mal la vida, con los años has ido mejorando como el buen vino. Me gusta acercarme a ti, sentir el contacto de tu tibia piel rozar con la mia….se esta tan a gusto así a tu lado…. tanta ternura y amor me inspiras. Entonces los recuerdos vienen a mi mente, hago recuento del tiempo vivido junto a ti, hemos caminado tanto juntos y me sorprendo con el resultado, más de la mitad de mi vida junto a ti .
Siento vértigo al pensarlo, momentos, instantes, buenos y malos, difíciles y fáciles, divertidos y aburridos, emocionantes y rutinarios, alegres y tristes, locos y cuerdos, tantos y tan diversos.
Buceo entre mis recuerdos, navego al comienzo de nuestra historia, voy rompiendo telarañas, tanto tiempo sin visitar este lugar. Debemos recordar para no olvidar por qué comenzamos juntos este viaje.
Éramos tan jóvenes, tan llenos de vida, tan inocentes, puros. Mariposas en el estómago, recuerdo los nervios previos a encontrarme contigo, la emoción del sonar del teléfono por si eras tú el que llamaba, no poder contener la sonrisa al verte, mis ojos brillaban, mi corazón se aceleraba, tus manos descubriendo mi cuerpo, las mías curiosas en el tuyo, calores, un mundo por descubrir junto a ti, los escalofríos en mi piel y en mi mente…
Me enamoré perdidamente, la pasión anidó en mí, años enamorada, tres, cuatro, siete, eso dicen los expertos. Luego esa pasión se convirtió en un sentimiento puro, EL AMOR, proyectos en común nacieron, compartir nuestra vida, valorarnos, respetarnos, confianza, preocupación por el bienestar del otro, complicidad, amistad, estabilidad, rutina, hemos ido aprendiendo a amarnos en el tiempo, quiero envejecer a tu lado pero por qué entonces siento que necesito volar, sentir la vida de otra manera, latir de nuevo mi corazón, sentir en mi cuerpo emociones dormidas, siento que me falta el aire, quiero escapar y no puedo, añoranza de aquella sensación tan intensa de necesitad y placer. Siento que corro hacia a ti y huyo de ti, la duda del miedo atrapada en mi…
Quizás la rutina, la puñetera rutina, nos aletarga, los mismos planes, los mismos horarios, los mismos hábitos sexuales, las responsabilidades de nuestro trabajo, los hijos y la vida pasa, continúa y siento necesito salir de esta vida perfecta que llevo. Necesito sentir la pasión recorriendo mi cuerpo. ¿Nos hemos dormido? YO quiero despertar, sentirme viva. Temo que puedo perderme en este viaje, coger otro camino, cambiar de destino, ¡es tan tentador lo que se observa en este caminar! Me he desviado un poco del camino, quiero volver al tuyo.
Dame tu mano, estoy aquí, gritando en silencio, necesito tus besos endulzar mi vida, eres lo indispensable, quiero que sigas siendo el protagonista en mis sueños, no me dejes sola en este mar de dudas, abrázame como tú solo sabes hacerlo, ámame, espanta este miedo que me duele.
Agárrame fuerte no quiero irme. Alimentemos este amor día a día, detalles, caricias, palabras dulces, abrazos y muchos besos.