El dilema de amamantar en público
Moonlight
Últimamente se oyen varias noticias con respecto a este tema. Mujeres que defienden a capa y espada, y con razón, su deseo de poder amamantar en público donde la criatura lo necesite. Noticias en las que lees que han echado a una mujer de un restaurante o un lugar público por amamantar. Una amiga que te cuenta que un señor mayor se le ha acercado mientras estaba amamantando en un banco, y le ha dicho que no debería hacer eso en público, que es pornográfico. Sí, sí, pornográfico. Y esto no era una noticia que lees por ahí, es dicho de primera mano por una madre reciente en las calles de Bilbao.
Y días después, nuestra diablesa Dalila nos habla sobre una curiosa práctica sexual, la lactafilia.
Yo misma soy muy aficionada a la tetas. Me encantan. Tanto recibir placer por parte de las mías como juguetear y chupar los pezones de otras en mi época de soltera investigadora. Siento debilidad por esa parte de la anatomía femenina. Hasta el punto de que prácticamente el único porno que veo cuando me apetece masturbarme son vídeos de lesbianas chupándose y rozándose las tetas. Me pone muchísimo, me corro enseguida, qué le voy a hacer. Y sí, al buscar entre esos vídeos, alguna vez ha aparecido alguno con chicas lactantes que, después de quedarme a gusto tras mis lesbianas cachondas, he visto por curiosidad. Pero no, eso no me excita. Ahora, puedo entender que haya hombres que se exciten con ello, al igual que cuando te excitas al máximo cuando ves a alguien que se corre.
Aún así, el concepto cambia completamente cuando hablamos de alimentar a un bebé. Yo puedo ver la imagen de una teta desnuda y excitarme con la visión, pero si al lado de esa teta está la boquita de un bebé, la ternura mata automáticamente toda pizca de excitación. También he leído que hay madres que pueden sentir placer durante la lactancia, pero no creo que llegue a ser placer sexual, creo que es más una sensación gozosa que la madre siente al contacto de la boca de su hijo, pero lo dicho, el concepto cambia completamente, por lo que me cuesta mucho entender cómo a alguien le puede parecer una imagen pornográfica, por mucho que la madre sienta cierto placer con ello.
Después de leer a Dalila, creo que el incesto tiene bastante que ver en ello. Hay muchísimos tabúes rodeando al sexo, y el del incesto es sin duda uno de los más fuertes. Hasta el punto de madres que se han sentido realmente mal y sucias porque les gusta amamantar a su bebe, vamos, más represión y mentalidad cerrada. Recuerdo un día durante mi pubertad que le dije a una compañera de clase que mi hermano estaba bueno, cómo me miro. Lo único que quise expresar es que mi hermano me parecía un chico guapo, nada más. Pero en fin… mentalidad cerrada. Supongo que por eso alguien se puede sentir molesto.
Ahora, que a uno de estos hombres que practican lactafilia le ponga cachondo ver a una madre amamantando… no se. Sigo pensando que la imagen de un bebé al lado elimina toda connotación sexual. Se excitarán al ver a una mujer expulsando leche, al amamantar ellos… posiblemente sólo se exciten con su nodriza particular. Incluso me atrevo a decir que son varios los hombres que han probado la leche materna de sus mujeres durante su lactancia, aunque sea simplemente por curiosidad. Pero lo dicho, no es lo mismo si el bebé está de por medio. Quizá esto es lo que siente una mujer con instintos maternales y ellos tienen otras cosas en la cabeza, ¡a saber!
Recuerdo una conversación sobre el tema con mi señor marido, al ver a una madre amamantando en la calle en un banco. Yo saqué el tema de la polémica que eso está creando últimamente, y su respuesta fue: «es una teta». Tan simple como eso. Pues eso, solo es una teta, ¿no?. Pues sí, es una teta, y la posibilidad de ver una teta. ¿Sólo es eso? Sólo es eso no, es una teta. Supongo que no es lo mismo una teta para la mujer, que tiene tetas, vive con ellas y las ve todos los días, aunque sea lesbiana o bisexual, que para el hombre, que no las tiene, y que cuando las ve normalmente es dentro de un concepto sexual, pornografía, venta de productos varios por medio de una tía buenorra… no suelen verlas como una parte del cuerpo natural.
Cuanto daño hace la publicidad.