Follamigos
Dos de Corazones
Hola seres infernales, hoy os traigo una realidad global, los follamigos existen, son escasos pero existen, una práctica complicada pero si se lleva bien puede resultar muy satisfactoria, como siempre os daré mi punto de vista que puede tener que ver o no con la realidad.
Follamigo: esa persona con la que te llevas bien y también follas sin ninguna intención mas allá de disfrutar del sexo, sentimientos románticos aparte.
Bueno, tener un follamigo es complicado, al menos por mi parte, recordad que tengo dos corazones y me explico:
Un día te topas con una persona agradable que te cae bien, también se da la casualidad de que se alinean los planetas, las estrellas están situadas, las mareas te son propicias y entonces en un momento dado follas con tu amigo.
Vale, aquí viene la dificultad follamigistica. Una persona con la que te llevas bien, genial y además follas es carne de cañón para ser pareja, de hecho siempre defiendo la idea de que tu pareja tiene que ser tu mejor amigo y ademas tu mejor amante.
Según estas bases tener un follamigo es complicado, normalmente uno de los dos interesados tiende a querer algo más, es natural: amigo y follar igual a pareja. Lo ideal en este caso es tomar distancia sexual, templar ánimos, no dañar a tu colega, porque suponemos quieres lo mejor para él y después con tiempo si surge de nuevo la chispa sexual entonces retomarla.
La de follamigos es una carrera de fondo, hablar mucho, con sinceridad, escuchar y responder, llevarlo bien vaya.
Se inicia, se para y después se retoma y es en este retomar es donde viene lo bueno, una vez ha quedado claro y asimilado de verdad y digo de verdad que la pareja sentimental no es viable por distintos pareceres e inquietudes y la o el enamorado lo asimila, entiende y finalmente aplaude la decisión de no tomar esta situación sexual como posible situación de pareja, la magia fluye, la tensión se relaja y entonces disfrutas del tiempo en pareja sexual y no digo quedar, echar un cohete y pista (que también se puede) hablo de tomar algo, incluso realizar algún plan y después follar como locos.
Quedar, pasártelo bien, follar mejor y despedirse con un sonoro beso, una sonrisa y un hasta pronto,
esto es mágico, eso es bonito porque ya sabéis el dicho:
Hasta que aparezca mi media naranja, me voy a chingar de mientras unas mandarinas.
Pero siempre con corazón.