Follar hasta vomitar
Dos de Corazones
Hola compañeros del averno, los que ya me conocéis sabéis que soy un demonio fácil de contentar, quiero decir, que mis encuentros sexuales me gustan hacerlos épicos, dignos de ser recordados ¿Y cómo se consigue eso? Pues muy fácil.
1.- Dispón de tiempo: El tiempo lo es todo, si hay tiempo hay relax, hay juegos, hay preliminares, con esto no quiero decir que no me guste una buena empotrada fugaz, que sí, pero soy mas de cocer las cosas a fuego lento.
2.- Complicidad: Tener un compañero sexual cómplice marca la diferencia y no hablo de tener que conocer más o menos a una persona, en un ligue de día, se puede, es más, exijo que se tenga esa complicidad, ese querer disfrutarse.
3.- Un pack completo: Y me reitero. Como sabéis, cuando quedo con alguna compañera sexual me gusta hacer alguna actividad, pasear-follar, cine-follar, comida-follar o todoelpack-follar, ¿por qué? Fácil, ¿a quién le amarga un dulce? ¿a quién no le gusta pasar un rato excepcional?
Pues bien, tengo una historia que con la venia de mi compañera sexual de ese encuentro os voy a contar:
Estaba yo atendiendo mis negocios demoníacos cuando harto de tanto trabajo decidí que necesitaba un descanso, un parón para liberar mente y cuerpo, un reset para tomar energía, así que hice una búsqueda mental de mis compañeras sexuales a ver cual estaba en una situación compatible a mis deseos, localicé una señal y sonreí, sabía que ella es una de las mías, una persona que le gusta pasar un buen rato vacacional-sexual así que cogí el teléfono y marqué.
Nos costó quedar, cuadrar agendas pero finalmente establecimos día y allí que me fui, colgué el cartel de vuelvo en dos días y subí a la esfera terrena.
El plan era encontrarnos, pasear y charlar, vaya que si lo hicimos, no hay quien nos pare el pico, tras unos marianitos, croquetas y rabas me invitó a comer y aquí comenzó el chiste. Ambos somos de buen comer así que nos pusimos titos, platazo, postraco, vinaco, cafetaco y txupitazo, cual ballenas varadas en el mar cogimos el coche y nos fuimos a su casa.
Sofá y “peli” dijimos, como siempre mentíamos, abandonamos el hilo argumental a los diez minutos, nos besamos y desnudamos, nos tocamos suavemente relajando nuestros cuerpos y mentes. Con la panzada que llevábamos el momento del empujón lo demoramos, le propuse un masaje integral y antes de responder ya estaba colocada en plan “a que esperas”, me afané con el masaje, cuello, espalda, brazos, piernas, pecho, estómago, ni que decir tiene que el masaje fue a profundidad y aquí llegó el primer orgasmo.
Como estaba todavía con el llenazo decidí afanarme en otros menesteres, así que bajé al pilón y con suavidad me puse a trabajar, lengua, dedos, presión, lametazo, en fin, que llegó el segundo.
Llegó mi momento, nos besamos y me puse a empujar, entre masaje, besos y empuje tuve mi orgasmo y tendidos en la cama reposamos las ansias, hasta aquí todo normal pero…
Estaba yo en modo explorativo, en modo aprendizaje así que puse a trabajar mis dedos, utilizando mi polla para tocar también, patatín-patatán, así que al cabo de un rato y viendo que su respiración se aceleraba decidí tocar en profundidad hasta que dí con uno de los millones de puntos de placer y zas, chispazo, zas, chispazo, como vi que le gustaba seguí presionando aquí y allá, yo afanado, ella retorciéndose en orgasmos y de repente casi sin respiración y después de tres momentazos me dice
PARA QUE COMO SIGAS VOMITO
Lejos de cortarme el rollo me eché a reír, su cara entre satisfacción extrema y miedo a liarla parda era un poema, nos besamos y reimos un buen rato y es que nunca me había pasado
FOLLAR HASTA CASI VOMITAR
y sí, fue épico…