Follar por su chumichanga
Hieros Gamos
Qué será eso que nos atrae de los demás, o más concretamente del otro sexo, del sexo follable (el que sea para cada uno; hombre, mujer o marciano) Algunos lo tienen muy claro. Yo personalmente y después de racionalizarlo largo y tendido empiezo a tenerlo también aunque me parece que no de la misma manera que los demás.
Hace tiempo, Mandrake y yo andábamos charlando sobre el atractivo y la belleza.
-Yo creo que en general a los hombres en realidad os gustan más las mujeres con carnes y curvas ¿A ti por ejemplo, te gustan las mujeres más bien gorditas o más bien delgaditas?
-A mi me gustan todas, como los buenos vinos, que no le hago ascos a ninguno XD
-No, pero en serio, si tienes que escoger entre una chica más bien entrada en carnes y otra más bien entrada en huesos ¿a que te quedarías con la rellenita?
-Pues para ser honesto me quedaría con la que tuviese más feeling.
-Esa respuesta es un poco evasiva, cacho carne, mójate y dame una respuesta más concreta.
Y no pude hacerlo. Es cierto que tanto en mujeres como en vinos, comida, música, cine, literatura, colores o cualquier otra cosa de la que la gente se haga super fan, yo tengo la particularidad de que no consigo decidirme por nada. No hay nada favorito ni casi preferido en mi vida porque yo soy demasiado complejo y en cada momento puedo tener unas apetencias u otras.
Pero al final, oye, pues creo que sí encontré un tipo de mujer preferida… pero no tiene nada que ver con su cuerpo.
He comprendido que en realidad todo es una cuestión de comunicación, interacción y sobre todo conexión. Del mismo modo que para una madre su hijo es el más guapo del mundo aunque en realidad sea más feo que una nevera por detrás y los médicos al nacer le aconsejasen a los cegados padres que le vistan con un taparrabos y le alimenten con pescados crudos en una oscura cueva el resto de su vida. La conexión de los padres con la «criatura» siempre será más fuerte que la realidad empírica y acabará transformando la suya. Entonces ¿depende tu deseo por una persona de su atractivo?
Pues quizás de alguna manera sí pero la cuestión es donde surge ese atractivo. Pues a la larga de la conexión, de la simpatía y empatía que surja entre los dos y es que cuando tienes química, la belleza puede llegar a aparecer por arte de magia.
Pero a lo que voy, ahora soy consciente de que tengo una preferencia en cuanto a mujeres y que no tiene nada que ver con su pelo, sus ojos, sus tetas o sus nalgas. Tiene que ver con su carácter. Tras reflexionar sobre las mujeres que me han atraído hasta ahora me doy cuenta de que aunque físicamente han podido ser muy dispares, todas tenían en común tres cosas: una perfectamente equilibrada mezcla entre inteligencia, humor e ingenio. Algo tan concreto pero para lo que no existe una palabra. Palabra que habría que inventar.
Se ve que por alguna razón yo tengo mi punto G en dos sitios… o será que tengo dos puntos G: uno en mi cabeza y el otro (como no) en mi estómago, aunque de este último ya hablaré en otro momento. Para seducirme a mi no podrás hacerlo con vestidos cortos ni camisetas escotadas, de eso ya he visto mucho y no hay nada nuevo bajo el sol y desde luego no creo que yo sea el único, al contrario, creo que a la mayoría de la gente le pasa lo mismo aunque no sean claramente conscientes de ello.
Quizás resulta que en realidad soy un sapiosexual de esos, pero está claro que para seducirme, primero necesitarás estimular mi mente, captar mi atención y sobre todo hacerme reir. Algo que no tiene nombre. Algo que a partir de ahora llamaré…
CHUMICHANGA (una mezcla de chimichurri, chimichanga y chumino)
¿Por qué? pues porque puedo. Haberle puesto nombre tú primero.