Hentai
Moonlight
Soy friki leve, pero sí, tengo mi grado de frikismo. Y mira que luego no estoy muy puesta en las series mangas, la verdad. Sí conozco, los nombres, pero luego seguirlas, solo un par de ellas.
Pero chico, dentro del porno me pone muchísimo el hentai. Y eso que muchas veces los órganos sexuales están censurados aunque sean dibujos, por la mentalidad que deben tener por allí. Pues, aunque prefiero que se vean, me excito incluso con los censurados.
No sé decir por qué… Las chicas tienen esa apariencia inocente, de colegialas o maestra guarrona. Y mira que reconozco que muchas veces en el hentai el sexo no es consentido, o no al menos de primeras. Las chicas no lo disfrutan. Incluso aunque sea lésbico suele haber alguna de las dos que convence o condiciona a la otra para que se deje tocar. Que al final se lo pasa de puta madre, pero de primeras como norma general se resiste. Y mira que yo como mujer soy muy defensora de que «un no es un NO» y «¡que me dejes en paz si ya he dicho que no, coño!» pero luego el hentai me gusta y me pone cachondísima como una mona a pesar de eso… En fin.
Yo creo que es sobre todo porque el dibujo da más pie a la imaginación. Tiene ese toque inocente. Y sobre todo me encanta como hacen el movimiento de los pechos femeninos. Esas tetas tienen un bamboleo brutal e hipnótico. Incluso muestran claramente como el pezón se erecta, algo que en un dibujo se puede mostrar fácil y en un vídeo es más complicado de pillar. Y luego juegan con él, y lo pellizcan y lo mueven… Me da pena que en muchos vídeos porno se le da muy poca importancia a los pezones, les dan dos besitos y ya van para abajo. ¡Nooooo! ¡Yo quiero más teta!
Volviendo al hentai. De repente penetran a la chica y lanza un grito ninja como si estuviera a punto de atacar mientras practica algún arte marcial. ¡Hiiiiaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh! Dios, qué potencia.
Luego están las historias de bondage. Te muestran una habitación cerrada con una pobre chica colgando de una cuerda del techo. Y esa cuerda le amarra brazos, muñecas, tobillos, le pasa por el coño y le rodea las dos tetas, que yo no se cuanto tiempo habrán tardado para hacer esos nudos marineros y encima dejarla colgando. Y por supuesto le hacen todo tipo de prácticas sexuales, incluyendo enemas, que a eso ya me cuesta verle el lado placentero…
Y ya no digamos cuando emerge uno de estos bichejos con cuatro mil pollas de varias larguras y grosores, y coje a la chiquilla (o las chiquillas) en cuestión y la penetran por todos los agujeros de su cuerpo. He llegado a ver a una de estas pobres personajillas con dos pollas en la boca, una en el culo, otras dos en el coño, y dos tentáculos rodeando cada teta, con un miniglande en la punta rozando cada pezoncillo. Y todas las pollas se corren a la vez, que no se como la pobre muchacha no revienta. Bueno, pues aún así ¡me pone muy cachonda! Supongo que será por el hecho de imaginar que sientes tocamientos en cada punto clave de tu cuerpo…
Soy muy fanática de una serie manga que veía de pequeña en la tele. Ranma 1/2. Un chico con trenza que si se mojaba con agua fría se convertía en chica, y si es con agua caliente vuelve a ser chico. Creo que ahí empezó mi bisexualidad. Sí, definitivamente Ranma sería mi pareja ideal.
Bueno… Vamos a buscar en la maravilla de Internet a ver si encuentro un vídeo porno de Ranma, que me apetece desfogar… ;P