Cuerpos desnudos:    

Aquí y ahora no importan las discapacidades
de oficina, de horarios o de cicatrices
–porque a veces ellas, las cicatrices,
nos paran los pies-. Mientras descifro
mi nombre en tus ojos, me digo “hoy toca
ser valiente” y brotan árboles de mis labios
–soy una nueva boca-, y sabes que creo
en Lucien Freud y George Carlin
–ambos muertos-; pero también creo en ti,
en pasear por ti, leerte con y sin palabras,
acurrucarme en ellas y en tus jerseys
y confío en el lenguaje de los cuerpos.

Grafito en A6. Con un poema de «Ábreme si me quieres conocer«: