¡No os entiendo!
Mandrake Scream
La verdad es que no os entiendo. Los humanos sois los animales más absurdos del universo.
No es por criticar pero cada vez lo entiendo menos, y eso que llevo mucho tiempo viviendo entre vosotros e intentando comportarme como si fuese una de vuestras congéneres.
El otro día estuve con unos colegas del inframundo y me percaté que todos estamos de acuerdo en eso. Para nosotros, como para el resto de los seres vivos (excepto los «humanos civilizados») el sexo es algo natural, una función vital, algo de lo que se puede hablar libremente sin que nadie se escandalice por los gustos o tendencias de los demás, algo que nos hace ser libres (que no significa que seamos libertinos), expresarnos e interactuar con el universo, y lo mejor de todo, lo que nos distingue de otros animales, además disfrutamos con ello, sin que tenga que estar ligado a ciclos reproductivos ni esas mandangas.
Y según esto aquí viene el porqué de mi aseveración inicial: si los humanos tenéis una naturaleza tan similar a nosotros los diablos, ¿porqué os empeñáis en negar el sexo como si fuese un tabú?, como si de algo infame se tratase?, como si por el hecho de que pienses en ello o hables sobre ello el resto de la humanidad te vaya a estigmatizar y a calificar de depravado?.
¡Seguro que esos que lo hacen jamás han tenido un sólo pensamiento sexual en su vida!, ¡Sí!, ¡Seguro!.
¡Venga ya!, me vais a decir a estas alturas de la película que la mayoría de los seres humanos, sí, esos que ven como algo horrible que dos individuos del mismo género se demuestren su atracción mutua…, o que piensan que no puede ser lógico que en una relación quepan más de dos personas… o esos que piensan que su hijo de tres años (y quien dice su hijo dice el de su vecino, al cual es más fácil criticar) es un degenerado y le regañan porque se enteran que se ha besado en la boca con otro niño o niña de su edad, o bien han estado entre ellos descubriendo sus diferencias morfológicas en su afán natural de descubrir el mundo… o ¿porqué no? aquellos que califican de promiscua a una mujer (porque no sé que os pasa pero en esto sí que distinguís bien entre los géneros, en el caso de un hombre es ¡vaya tío!, y en el de una mujer ¡vaya putón!) por el simple hecho de que le guste ser admirada y sentirse deseada para poder así elevar su propia autoestima… Y como estos se me ocurren cientos y cientos de ejemplos que podéis imaginaros de casos en los que actuáis de un modo tan sumamente hipócrita…
Bueno que me pierdo, como os decía: ¿Me vais a decir que todos ellos son animales asexuados, o seres inertes?, por que ¡me niego a creérmelo!, simplemente ¡SOIS ABSURDOS!, ¡sois incapaces de ser «humanos»!.
La civilización os ha cambiado, observándoos he visto que pueblos que vosotros calificáis de salvajes, e incluso los más jóvenes de los vuestros tienen instintos más naturales, pero entonces llegan los adultos, los grandes «maestros de la civilización», aquellos que están por encima del bien y del mal, y del mismo modo que os van anulando el instinto del juego os van inculcando el tabú del sexo.
Recuerdo una tarde hace tiempo que mi cachorrita salía del colegio y me dijo: «mami, he descubierto que si miro así a los niños de mi clase hacen lo que yo quiero», yo me sentí orgullosa de ver que mi pequeña súcubo estaba investigando sus poderes…
Días más tarde se ve que le contó la técnica a una amiga porque en el patio del colegio le oí a su amiga hablando con su padre un comentario similar al de mi cachorrita, y me quedé totalmente sorprendida cuando la respuesta de éste (bastante liberal según él) fue en un tono bastante enfadado: «¡Tú estas loca!, ¡eso no se hace!, ¿quien te ha enseñado eso?», a lo que la niña bajo los ojos avergonzada y no volvió a abrir la boca en un buen rato.
¡Demonios!, si sólo es un juego de niños. Insisto ¡NO OS ENTIENDO!, por eso quiero daros un consejo:
Si queréis ser consecuentes
Entended vuestros deseos.
Dejad que la naturaleza intente
No negaos vuestros cuerpos.
Actuad libremente,
Tratad a todos con respeto,
Usad bien vuestra cabeza,
Respetad vuestros encuentros.
Animaos a ser libres.
Liberad vuestros silencios.
Emocionaos con la vida,
Sed como niños de nuevo.