Orkos
Satiricón
Os suena esa tan manida frase, escuchada de labios de lo que se supone que es un amigo, dicha con una mezcla de incredibilidad, sorpresa, crueldad y lo que no puede ser otra cosa que pura ignorancia, esa frase que te hace cuestionar lo que tenias claro. Tenías un objetivo claro y sencillo, no había ningún factor que te hiciera dudar, tus sentidos y tu mente y el cuerpo unidos en una perfecta ósmosis cuyo objetivo es el deseo; un potente encantamiento que se rompió al escuchar
-¿Con esa tío? Si es un orko.-
¿Quién fue? ¿Quién pudo convertir a tu amigo en ese juez Dredd, esa mezcla de policía, juez y jurado que puede decidir por encima de tus sentidos, por encima del sagrado deseo, incluso negando tus sentidos para cuestionarte tu objetivo? Ya es malo el buscar la aprobación de terceros cuando queremos aplacar un deseo, aunque como animales sociales que somos (quizás los sátiros seamos menos animales pero nos incluyo) puedo entenderlo; pero que quien no siente esa atracción, ni posee la empatía para simularla, pueda mellar tu pasión, frenarte, hacer que recapacites sólo porque cree que algo no es tan hermoso para ajustarse a sus gustos…
Es sin duda alguna un criminal y su delito es contra deseo, llamadla diosa, llamadlo emoción, deseo, deseo que existe en todos los sexos e incluso en lo asexual; es tan intrínseco al ser humano como el aire. ¿Cómo actuar contra estos criminales y conseguir lo que tus sentidos ya ansiaban como una panacea para tu ser? Principalmente debes tener seguridad. No, no hace falta que te compres una pistola, la seguridad que debes tener es en ti mismo. Sí, sé que suena a Disney, pero si tú ya sabes que te gusta, si ya sientes esa atracción que está consiguiendo que tus pupilas se abran como flor en primavera, un calambre recorra tu espina dorsal y tu polla pueda ser la palanca que le faltaba a Galileo para mover el mundo, ¿para qué demonios necesitas que te pongan un semáforo en verde y salgas como el galgo que eres? Lo sabes, te conoces, ve a por ello tigre.
Esa confianza conseguirá que las opiniones de terceros se conviertan en tu mente en lo que son, pura mierda. La belleza no sigue un canon escrito, a lo largo de la historia ha cambiado: lo que para unos es arte, para otros es bazofia; para otros la bazofia es belleza y asimismo hay quien repudia la belleza y se siente atraído por la fealdad. Ante todo este galimatías debes hacer caso a una persona que quizás no conozcas a fondo todavía, a la que no has hecho las preguntas adecuadas y que muchas veces no sabe respondértelas, debes hacerte caso a ti mismo. Casi exclusivamente, tú vas a ser el responsable de lo que te pase en la mayoría de aspectos de tu vida, dado que te toca decidir. Hazte un favor: escúchate de vez en cuando.
Eso sí, ten en cuenta un regla, respeta a la otra persona. Eso mismo que tu amigo no ha tenido. Acércate, juega, liga, conoce, pero siempre pensando en saciar tus deseos sin dañar los de los demás, porque en este caso el criminal serías tú.
La próxima vez que alguien te diga, -tío que es un orko-, que vuestra respuesta sea una sonrisa, mostrad vuestros diente lobunos y que el brillo de vuestros ojos le diga que no hay nada lo suficientemente hermoso para compararse con lo que tu deseo quiere.
Y claro, dáselo.