Hola criaturas del averno, hoy os traigo una situación intrigante, una especie de conversación cerebral conmigo mismo y resultó tan apasionante que he de compartirla con todas las personas que nos leéis, ahí os va.

Muchos me conocéis, el diablo Dos de Corazones en ese sentido es muy transparente, siempre intento ser como soy y decir y hacer lo que pienso y promulgo, así, cuando hablo del gañanismo lo hago desde una defensa férrea y combate brutal contra el gañán en mi vida diaria. Cuando escribí el Amor 2.0 lo hice porque realmente creo y abogo por el, como la forma ideal para compartirse con alguien. Cuando hago reflexiones sobre algún tema sexual lo hago plenamente consciente del culto al cuerpo y la mente, el culto al compartirse pero, y aquí viene el pero.

Antes que nada no os asustéis jejeje, no me estoy volviendo gañan ni nada de eso, como siempre, me explico.

Hace bastante tiempo que no me encontraba en la situación en la que me encuentro ahora, desde hace unos tres años he tenido un despertar sexual del que os he hablado, siempre desde la elegancia, he tenido compañeros sexuales con los que he disfrutado muchísimo y querido hasta lo indecible, ¿cómo no tener una conexión con alguien con el que te compartes de manera tan profunda?

El caso es que en este tiempo he sido muy feliz compartiéndome con mis compañeros, disfrutando al máximo de los planes pero en todas esas veces estaba sosegado, viviendo esa amistad sexual, viviendo sin pretender nada mas y no por que no lo quisiera, sino mas bien por que no me nacían sentimientos mas profundos, y no por ello estos encuentros perdían intensidad, eran simplemente una faceta apasionante en mi vida pero no sentía unicornios, ni mariposas ni cosas de esas, eso si, felicidad a puñados.

Lo que quiero decir es que durante este tiempo me forje un discurso sobre el compartirse, sobre la libertad entre las personas, un discurso sobre el no miedo, sobre el disfrutar de la felicidad presente y realmente lo creo pero mi parte demoníaca mas humana hace de las suyas.

Hoy por hoy vivo en una nube, camino con mi unicornio de la mano en un jodido arco iris, soy dichoso sin duda y eso me hizo pensar.

De repente aparecen los miedos repentinos a la pérdida de esa felicidad, y me hablo y digo, «Hey, ya hemos hablado de esto, tú sólo puedes hacer tu parte y es querer un montón, lo demás no depende de ti, que fluya o no, no depende de ti y si en algún momento se detiene es por que así lo habréis decidido» entonce me convenzo y sigo sonriendo.

De repente estoy ansioso por tener noticias suyas, y miro el móvil a cada rato pero me hablo y digo «hey, todos tenemos nuestra vida, nuestros tiempos, relájate y disfruta de la tuya, que los momentos de confluir se van dando y además, sabes que le gusta contactar contigo cuando puede, os gustáis y os queréis, eso lo percibes» entonces sonrío y digo ya te vale Dosde.

De repente me asaltan ideas de amor romántico, que si los para siempre, que si pasar todo el tiempo juntos, que si esta sí que sí, y entonces me reprendo «hey, relax tío, tu no crees en todo eso, te gusta ser como eres, se fiel a tu discurso, entiéndelo, calma, sosiego y mucho mucho amor, todo lo demás paso a paso, se irá dando» y entonces respiro y sonrío diciendo, joder Dosde, es que a veces eres un poco Ñu.

De repente me digo, ¿y si conoce a alguien? y entonces ya me encabrono conmigo»Vamos a ver gañán, ¿y si la conoces tú?, ahora estáis compartiendo un camino, lo estáis empezando, estáis juntos porque queréis andarlo así, y así será hasta que queráis» y entonces me relajo y vuelvo a sonreír.

Así está la cosa, es complicado no traspasar la delgada linea roja. Lo que piensas y quieres de verdad hacer, sobre la personalidad que te gusta y has creado por una parte y por la otra, años de bombardeo sobre lo que se supone tiene que ser. Por ello, mas allá de las etiquetas que nos ponemos yo sé lo que significan las cosas para mi, la intensidad que tiene cada palabra para mi así que

Perdona si te llamo amor.

Foto de portada: Cristiano Aguiar