¡Muy buenas diabletes! Si alguna persona de este mundo sigue mis artículos, leerá entre líneas, y no tan entre líneas también, a veces bastante claro, que me gustaría mejorar mis relaciones sexuales con mi pareja, y que estoy en ello.

Pues, como buena conversadora, hablando del tema con amistades, o analizando comentarios al respecto cuando hablo de sexo con otras personas, me doy cuenta de que muchas, muchísimas parejas, tienen problemas similares a la nuestra. Me explico:

Conozco varios casos en parejas, en los que cada miembro de la misma tiene una mentalidad sexual completamente diferente. Uno de los componentes es muy liberal, fogoso y le echa imaginación al tema, y el otro componente de la pareja es más tranquilo, más tradicional, se conforma con un sexo normal y es suficiente… y repito, conozco varios casos. Ahora mismo, pensándolo, me vienen a la cabeza unas cuatro parejas de mi entorno a las que les pasa esto. Y no, no es siempre la mujer la tradicional y el hombre el fogoso, o viceversa. En cada pareja es un caso diferente, aunque tengo que decir que lo más habitual es que sea el hombre el fogoso y la mujer la tradicional, es mi pareja la que en este caso va a la contra, yo siempre a contracorriente. Y a pesar de todo esto, estas parejas ahí están, muchas llevan años de relación, varios años, como en el caso de la mía. Me gusta ver que, ante todo, prima el respeto a las diferentes mentalidades.

Pero entonces… ¿por qué no nos hemos juntado los fogosos con los fogosos y los tradicionales con los tradicionales? Sinceramente, conozco más casos de estos que de parejas que se compenetran completamente sexualmente hablando. Que las hay, pero son las menos que conozco.

Vamos, que al parecer, el famoso dicho de que los polos opuestos se atraen, debe ser verdad. Puede ser una nimiedad como que a personas rubias les atraen personas morenas, o igualmente puede ser en este sentido sin que ni siquiera nos demos cuenta, porque normalmente las primeras relaciones sexuales suelen estar genial. Esto es algo que no se sabe hasta que no pasan años juntos, pero corresponde con la mentalidad, las vivencias y educación que haya recibido cada persona, pasa que es algo que no se nota inmediatamente. Se ve después de años de complicidad, de conversar, convivir, expresar, confesar secretillos ocultos… confiar. Y cuando ya llegas a ese nivel de confianza, la pareja ya está asentada.

Así que a pesar de que dentro de la pareja no vayáis ambos con el mismo ritmo sexual, no significa que el amor y la confianza que tenéis no pueda solventar este problemilla. Por supuesto, si la pareja sigue adelante, es porque hay muchos factores a favor a pesar de eso. Vamos, que el sexo, aunque sea un punto clave en la pareja, no es lo más importante ¿no?

Foto de portada: Kamila Gornia