Quizás algún día…
Moonlight
Bueno diabletes y diablesas. Si seguís el blog de DevilBao, ya sabréis que soy bisexual, casada con un hombre y, si no lo seguís habitualmente y no lo sabíais, pues ya lo sabéis.
Bueno, pues antes de tener a mi pareja estable chico, tuve una “historia” con una chica. Realmente no fue una historia, porque nunca llegó a pasar nada. Pero algo había. Además, en aquella época era cuando yo acababa de darme cuenta de que las chicas me gustaban, y andaba buscando chicas como loca. Los chicos no me interesaban, ya los había probado. Bueno, pues aquella chica era de mi misma condición. Eramos conocidas, la típica amiga de mi colega… que hablando y hablando con nuestro colega en común cada una por su lado, supimos que podía ser. Digo esto porque no siempre sabes si la otra persona es de tu misma condición… En este caso lo sabíamos. Pero dio la casualidad de que siempre que coincidíamos por ahí de fiesta, que era el mejor momento para que ocurriera un magreo, alguna de las dos tenía pareja medianamente formal.
Primero la tuve yo, después lo dejé con mi ex y fui a por ella, pero entonces era ella la que tenía pareja… Y como he dicho en otras ocasiones, prefiero anteponer los sentimientos al sexo. A ninguna de las dos nos gustaba la idea de ser infieles, así que, por una o por otra, nos comimos las ganas. Yo acabé con mi chico muy estabilizada en mi relación, y feliz con ello. Ella también tuvo una pareja estable durante varios años… pero se terminó. Así que a día de hoy ella está más salida que el pico de una plancha y yo completamente estabilizada, como nos ha pasado siempre. Además, por circunstancias de la vida de nuestro colega en común, últimamente nos hemos visto a menudo. Y uuufff… ¡Qué peligro! Está claro que ahí aún quedan brasas de lo que nunca pudo ser… pero lo siento cariño, mi chico llegó antes.
Y sí, lo he pensado mil veces, e incluso puedo imaginarme con esta chica en una relación estable, pero… me gusta mi vida actual. Y no pienso perder lo que tengo por lo que podía haber sido. Desde luego, es muy curioso ver como esta chica le dice a tu marido aquello de… -¡Que no me entere yo de que no la cuidas, porque te la robo!- Y ver que tu marido, aunque se ría, sabe lo que hay y arruga un poco el morro porque no puede evitar sentir celos. ¡En fin! Quizás algún día a lo largo de los años nos pueda cuadrar bien la situación y podamos yacer juntas sin remordimientos ni terceros… de momento, seguirá siendo una fantasía…