Rara para ser chica
Moonlight
Siempre he pensado que soy rara para ser chica, me explico.
Digo que me masturbo sin ninguna vergüenza, incluso cuando una mujer dice que ella no lo hace, digo que no me lo creo. Normalmente recibo una risita ahogada. También digo que me gusta usar vibradores o juguetes, y mi opinión sobre los mismos.
Al igual que no oculto que tengo pareja y que estoy casada, nunca he ocultado mis preferencias sexuales, o lo que me pone, o que me gusta el sexo. Lógicamente no voy diciendo: “hola, soy pepita y soy bisexual” pero si sale el tema no lo oculto, sigo con la conversación. No me lo guardo para mí. Al igual que, si sale el tema, no me guardo que me he acostado con muchísimos hombres, con algunas mujeres, que he tenido sexo en grupo y que, en el caso de no tener pareja estable o tener una relación abierta, repetiría sin dudarlo.
No suele apetecerme maquillarme y ponerme mona. De vez en cuando sí, por supuesto, a todo el mundo le gusta verse bien. Pero no en mi día a día, no sacrifico mi comodidad por ello. Dejé de llevar tacones porque siempre llevaba bailarinas en el bolso y me cambiaba al de dos horas, por tanto, me parecía absurdo llevarlos. Desecho todo lo que me apriete: mayas de lycra, medias, vaqueros demasiado pequeños… Un aseo normal, cepillo del pelo y una cara lavada, no necesito más. He tenido compañeras de trabajo que todos los días iban de punta en blanco. Oye, que si quieres y te ves bien adelante, no digo que no lo hagas. Pero yo, ni de coña. Que pereza.
No necesito ningún vínculo emocional para tener sexo con alguien. Un atractivo físico sí, está claro, pero no necesito una amistad o una confianza. Me atraes y si la situación es propicia te follo, y luego si te he visto no me acuerdo. Posiblemente mañana me cruce por la calle con algún hombre que me he triscado y ni siquiera recuerde su cara. Tampoco lo oculto.
Algunas veces me han dicho que tengo un toque lascivo, y me encanta. Saco la puntilla sexy a cualquier conversación o situación normal.
Me gusta cazar, no ser cazada. Me gusta llevar la iniciativa. Si me atraes tú, iré a por ti, no esperare a que vengas. Si no quieres sexo conmigo dímelo claro y dejo de perder el tiempo, a tu lado hay otro que tampoco está mal. A pesar de esto, si tienes pareja estable recházame diciéndome claro que es por ese motivo, puedes estar seguro de que no insistiré. Los chicos pillados dejan de ser interesantes para mí en cuanto me entero de ello (a no ser, claro está, que se haya hablado y sea una relación abierta)
Puntualizo, que cuando digo que no oculto que me gusta el sexo, que me masturbo o mi orientación sexual, me refiero a que, si sale la conversación, sea con quien sea, no lo oculto. No necesito tener algo de confianza con las personas que estén delante. Puede ser en el trabajo, o con gente a la que acabo de conocer.
No es que sea una chica rara, es que no cumplo los estereotipos de dicta el patriarcado. No soy para nada esa mujer correcta, sumisa y recatada. Me doy cuenta ahora, con el paso de los años, pero me enorgullece decir que nunca me he sentido mal por ello, y he acabado optando por el “que me acepten como soy”, y mucho más importante, aceptarme como soy. Me siento una mujer libre, muy sexual, promiscua y orgullosa de ello, porque a pesar de ser promiscua, soy fiel a mi pareja y le doy confianza. Sabes que me gusta el sexo, pero aquí mando yo, y si yo no quiero, por el motivo que sea, no me tendrás.
¿Queda claro? 😉