Romance en Asia
Diablos Invitados
Autor: Gaubeca
Hay quien piensa en viajar con la intención de aprender un idioma, empaparse de una nueva cultura o simplemente vivir nuevas experiencias. El caso es no enfrentarse durante un tiempo a la crueldad del mundo a la realidad existente. Desconectar y vivir aunque sea en otro continente eso es lo que me excita, no entender nada de lo que te dicen o bien un poco, comunicarte con signos, reírte de las situaciones aunque en un principio te cabree hasta tal extremo que te lees a puntapiés con cualquier objeto, pero algo está para mi claro, disfrutas del momento como nunca jamás podrías imaginar.
Alguien al que leo de vez en cuando es Seneca, tiene frases tan contundentes que parece mentira que no esté entre nosotros. Dice: Cuando veas una Luz pequeña brillar ¡siguela! Si te dirige al pantano, pues ya saldrás de él. Pero si no la sigues toda tu vida vivirás arrepentido. Porque nunca, nunca sabrás si esa era tu estrella.
Encontrarte con una persona que te atraiga en un país estraño, lo único que puedes hacer es disfrutarlo, por la mayor libertad y lo que significa esa persona de otra cultura que ha irrumpido en tu vida.
Los nuevos alicientes o retos, más que obstáculos son vistos con generosidad, estas circunstancias son verdaderas pruebas a superar. Gastronómicas, sexuales, religiosas, el Idioma… todo un proceso de adaptación.
Porque cuando luego exista una distancia física las relaciones vividas con más o menos intensidad en un País extranjero, son agradables recuerdos en los que refugiarse; ni todas las personas son llevadas del mismo modo, ni por asomo se entregan a una relación vacacional de la misma manera por lo que ya he comentado antes (diferentes culturas) tenemos que definir qué és lo que significa el tener una relación así y si hay que tomar decisiones, cuales serían estas y si son las correctas o simplemente recordarlas.