Sé mi puta
Dalila
Llevo días pensando en esto y te va a sonar raro cuando te lo diga, pero ya no puedo parar este pensamiento y esta fantasía, así que me da igual lo que pienses.
Sé mi puta.
Siempre se valora que la mujer sea puta para su hombre, pero yo quiero jugar a cambiar los roles. A que seas tú quien tenga que esforzarse por ser mi puta. Darme aquello que necesito sin restricciones ni monsergas.
A poder jactarme con mis amigas de lo bien que me lo comes cuando bajas al pilón. A poder decir que te doy como quiero, cuando quiero y cuanto quiero. A que lo mismo te follo sentándome sobre tu polla que doy rienda suelta a mi lado más dominante. A que haces lo que quiero sin rechistar. Y además me pones una sonrisa pícara cuando te lo pido.
Yo, que siempre he sido muy puta, por una vez quiero ser la putera. Porque, además, conmigo no te va a faltar el premio por ser mi puta. Conozco todos tus botones de placer y todos tus puntos erógenos. Conozco tu cuerpo. Son muchos años siendo tu señora en público y tu puta en la cama. ¿Quién te ha dicho que no te voy a dar lo que te mereces, el pago justo por tus servicios? Ante todo, soy una putera justa.
Sólo que hoy me apetece que seas tú mi puta y demostrarte quién manda.
¿Te atreves?