Spoken Word 2016
Moonlight
En la oscuridad de la noche me acerco a un encuentro de almas errantes…
Bilborock se alza junto a la ría, tenebroso, espectante. Seres del inframundo, poetas, locos, brujas, caballeros andantes, se acercan a su puerta.
Llego, Juliette me acompaña. Mi querido Dos de Corazones me espera en la puerta. Se hace de rogar y con una excusa banal sobre su atuendo me quita el privilegio de abrazarle. Mmmmm su forma de ver el mundo cada vez me atrae mas.
Los últimos pases al recinto para el disfrute del alma caen en nuestras manos. Dentro, oscuridad, calor humano y brebaje rubio y fresco en una pequeña barra. Murmullo general, un leve humo. El recinto lleno. Descubro un pequeño hueco en la parte de atrás, algo apartado de las almas del lugar, que pareciera que estaba reservado para mí.
Expectación. Alguien emerge de las sombras en el escenario. Voz potente que reclama atención. Poesía recitada. Sentimiento.
En mi hueco, en mi oscuridad, detrás, disfruto la velada. Se me eriza la piel con las palabras que retumban por todo el local. Poesía que ataca mis oídos y mi mente. Oscuridad. Brebaje aromático y poderoso bajando por mi garganta en cada sorbo.
El aroma, las palabras. Me siento y cruzo mis piernas. Disfruto. Veo delante de mí como las manos de Juliette aferran las nalgas de un escudero de cabello lacio que también vino al encuentro de la poesía en ese local. Sus bocas se juntan. Disfruto de la visión. Una poetisa en el escenario, una loba, hembra poderosa, despierta mi instinto.
El vello de mis brazos se eriza. Aprieto mis piernas cruzadas, ejerciendo presión en mi centro. Oleada de calor por mi bajo vientre. Las palabras de la loba taladran mis sentidos. Cosquilleo por la nuca. en mi rincon. Atrás. En mi lugar…
Una chica posa delante de mi, mirando al escenario. Vestido negro ceñido, pose marcando cadera, espalda transparente, piernas torneadas e interminables. Caricia sutil de mi mano por mi pecho, completamente intencionada. Mis muslos se aprietan más, buscando la presión en mis bajos. Sentimiento fuera de mi, en las voces, dentro de mi, en mi imaginación.
Juliette me vigila por el rabillo del ojo y me sonríe picarona, de medio lado. Respeta mi intimidad, respeta mi hueco oscuro, apartado entre tanta gente, donde disfruto, donde los sentidos están a flor de piel…
Reuniones de almas, de súcubos y ángeles, de seres errantes…
En Bilbao