La mancha de verde mora
La Txika del Sextoki
Supongo que todo tiene un final, hasta el amor profundo y eterno que me prometieron tenia fecha de caducidad, jamas hubiese apostado a que fuese tan cercana pero asi fue.
Y ahi me quede yo, con el corazon roto, pero como bien dice el refran «la mancha de verde mora con mora verde se quita», asi que ya que la chica del sextoki volvia a estar en el mercado habria que celebrarlo y la mejor forma de hacerlo es teniendo un nuevo hombre en «mi vida».
De la forma más tonta y cibernética llegamos a conocernos, tras una conversación que por momentos de nos fue de las manos, me sorpendí a mi misma apareciendo de madruga en su casa con un «hola, vengo a por sexo», así tras esa presentación me emprotró en la pared del pasillo para acabar en el sofá corriendome de forma brutal en sus dedos entre gemidos y arqueos de espalda. Creo que sus vecinos aún pueden escuchar como gritaba su nombre cuando sus labios se posaron con dureza y firmeza en mis pezones.
Sí, me corrí con una rapidez que hasta a mi misma me asombró, este chico sabía donde tenía la tecla del placer y esta dispuesto a hacerme gozar.
Así que después y una vez recuperado el aliento le tocó su turno, saber que es lo que escondía en sus pantalones, y quedé altamente satisfecha a primera vista y mucho más cuando lo tuve entre mis piernas. Aunque nos acabamos de conocer teníamos la quimica y fisica suficiente para hacernos disfrutar, este chico me está volviendo loca de placer y hacía apenas dos horas antes era alguien que unicamente conocia por internet, y sin embargo, alli me quede a dormir con él, algo que la chica del sextoki no está nada acostumbrada a hacer pero sin embargo aquel día me apetecía mucho. ¿que cojones? no le había visto en mi vida y ahora sin embargo me apetecia dormir con él.
Eso si, por las mañana, benditas madrugadas, no hay nada más maravilloso que que poner media hora antes el despertador, para empezar el día con alegría, y que hay más maravilloso que te follen la boca medio dormida, medio en realidad, medio en sueños… así que tras en una desacarga enorme en mis tetas, un beso y «un me voy a trabajar, buen día, ya hablamos»
No volvimos a hablar, pero como para superar una ruptura me vino de puta madre.
Volverán las oscuras golondrinas, o unas más claras, no lo sé, pero lo que tengo claro es que volverá la chica del sextoki a vuestras vidas y camas.
Sex felices queridos mios, la vida son 4 polvos, y posiblemente 3 sean con unos torpes.