Cancion de hielo y fuego (derritiendo el hielo)
Arwen
Cuantos castillos más tendrán que caer,
Cuantas derrotas más tendrán que soportar mis hombros,
Qué gritar, qué llorar, ante la mirada indiferente de un Dios
Al que ruegan los humanos, reclamando una paz que nunca llega…
Sé mi paz ésta noche en mi aposento, cálmame con tu mortal deseo,
Mece mi cuerpo a tu voluntad, despierta mi placer, sin despertar a las criaturas,
Haz de mis caderas tu altar, haz de mi sexo tu oración de esta noche e implora volverme a ver
Ante la luna llena.
Cuantas espadas más tendré que esquivar
Y cuántas heridas más mellarán mi piel, regando con mi sangre los juegos de tronos de otros reyes,
Tan poco benévolos, tan cobardes,
Tan sedientos de sangre.
Mi ámbar férreo derramado por las comisuras de mis labios
Te explicará todo cuanto debo callar en un sólo beso
Mi alma abandonará éste mundo
Mientras muero al placer de tu lengua lamiendo mis heridas,
Reclamando un cuerpo que es sólo tuyo
Y arrebatándoselo a la muerte.
Mi boca rodeará tu verga sin fallar, cómo el filo de tu hoja en la batalla.
¡Oh, bendita armadura que protege a mi hombre!
Yo te protegeré ésta noche.
Tantas lunas tendrán que iluminar mi belleza y hacerla no sólo inmortal,
Sino invisible a ojos de un corazón traidor.
Cumplirás tal penitencia en mi cuerpo,
Y serás castigado día y noche
Sin descanso.
Cuanto fuego tendrá que arder en mi pecho para que caliente el hogar.
Sé mi dragón ésta noche, enciende el calor que amamanto en mis entrañas,
Y haz que dé a luz un torrente dónde sumergirnos los dos.
Cuanta lluvia caerá antes de que suelden los cimientos.
Lluvia purificadora, que humedece
Sé mi hogar, aunque estés deshecho
Sé mi cálido lecho.
Cuanto odio más sembrarán mis ojos, y cuántas lágrimas lo regaran.
En mi vientre crecerá el amor por todos vosotros….
El hielo y la edad, forjarán mi casa
,mi reino helado,
Mi cuerpo hermoso y enterrado Bajo mi belleza, y el conjuro de un vasallo que acabará reinando en un palacio donde habita el frío, el resto de los aludes caídos,
Donde sólo habita una canción, cantada al silencio.
«Canción de hielo y fuego»