Maldito seas, maligno eres, frío como el hielo, puños duros como el acero, cobarde que te escondes bajo un disfraz de cordero cuando en realidad eres peor que la serpiente que en el paraíso tentó y engañó a Eva a comer del fruto prohibido haciéndola ver que era “bueno y agradable a los ojos”.

Así te mostraste ante esta Eva de hoy en día,  con esa cara de hombre incapaz de hacer daño, cuando eres el mismo Satanás.

Ayer me encontré con Eva, hacia tanto tiempo que no coincidíamos. Habíamos quedado con una amiga común para tomar algo tranquilamente en un cafetería,  lucia como siempre hermosa, elegante, llena de vida.  Su cabellera larga en un despeinado peinado, enfundada en una elegante gabardina azul oscura de Prada que se ajustaba perfectamente a su delicada figura.  Su bolso  de Bimba y Lola descansaba sobre la mesa  al lado de una copa de vino blanco.

Pero en su rostro y en su mirada se reflejaban las cicatrices del sufrimiento, de la vergüenza, de la humillación, de sucios secretos, de los palos, de las patadas, de los gritos, del acoso, de las  violaciones, de las  penurias, años y años sufriendo en silencio un calvario.

Pedazo cabrón, pedazo maltratador disfrazado de corderito, esa relación modélica ante nuestros ojos era un infierno cuando ella cerraba cada noche la puerta del paraíso en el que morabas tú “serpiente”.

Me contó sobre aquella primera agresión, la empujo con tal fuerza con tanta furia que cayó de espaldas golpeándose la cabeza con el suelo, perdió el conocimiento, cuando despertó lo encontró a su lado, con cara de preocupación.

-Eva, cariño, te has tropezado y te has caído. ¿Estás bien?
-Peroooo, si me has empujado …
-No cariño, solo te he apartado para pasar, ha sido sin querer, un accidente, no sabes cuánto lo siento, no podría nunca hacerte daño. Perdóname mi amor.

Este fue el momento, este sería el punto de partida para años de torturas, fue ese comienzo “sutil” en que Eva quedó desconcertada, le amaba tanto que creyó a pies puntillas a aquel manipulador.

Luego vino el maltrato verbal, los insultos, los chantajes emocionales, aislarla de su familia, de sus amigos, la reclusión,  privarla de recursos financieros, humillarla, todo para perjudicar su salud psicológica, con el  único objetivo destruir sentimientos, de deteriorar la autoestima de Eva, haciéndola dudar de su propia realidad haciéndola dudar de ella misma.

La primera bofetada, puñetazos, patadas, violaciones, violencia física que fue en aumento, con la única finalidad de controlar el poder sobre ella.

Intimidada, amenazada, aislada, avergonzada, sola, roto su corazón, con su autoestima hecha jirones, destrozada, con el sentimiento de que la culpable era ella, la serpiente limitó su voluntad, la anuló por completo.

Cargó a sus espaldas con su gran secreto, nunca contó nada a nadie.

-“¿Quién iba a creerme? Si él me hizo creer que la culpable era yo, que yo era  mala, que yo me lo merecía, que todo era por mi culpa”. – Me confesó mirándome a los ojos.

Pero algo le hizo abrir los ojos, algo la despertó de aquella oscuridad, vio la luz y se agarró a ella. Fue su hija Lucia, aquella pequeña gran sabia de seis añitos cuando le pregunto una tarde de domingo mientras las dos estaban solas en casa.

-“Mami, mami,  ¿Por qué dejas que papá te pegue?- le preguntó mirando a  Eva a los ojos mientras que su regordeta manito acariciaba el cabello de su mamá.
-En el cole nos han dicho que eso no está bien, ¿es que tú no has ido al cole? Yo ya lo sabía, mami, pero creo que tú lo has olvidado.”

Perdóname Lucia, no supe ayudarte, no supe…

Miro atrás hace un par de años, el poteo con la cuadrilla, todos los viernes al anochecer coincidíamos con Lucia y sus padres en aquella taberna. Mientras los mayores  con un trago en la mano charlábamos tranquilamente mi pequeña y Lucia jugaban juntas.

Recuerdo aquella noche, mi pequeña se me acercó una vez que Lucia se había marchado.

-“Mi papa pega a mi mama”– me contó le había confesado Lucía.

Me quede perpleja, le pregunté si la había entendido bien, si le había contado más cosas. Me contestó que no y se fue corriendo a jugar con los otros niños. No podía dejarlo así y me acerque a la amiga común que tenemos Eva y yo, y le conté lo sucedido. Ella se asombró tanto como yo.

Aquella semana me mandó un mensaje, para que estuviera tranquila, había hablado con Eva y contado lo sucedido. Eva lo negó todo, “cosas de niñas, demasiada televisión”,  le había dicho sonriendo.

Un tiempo estuve en alerta, observando, jamás intuí nada, jamás vi nada. El corderito era tan atento con ella, ¡sabía esconderse tan bien! con el tiempo olvidé la anécdota y baje la guardia.  Ella es tan hermosa, a todos los masculinos de la cuadrilla se les caía la baba y nosotras la mirábamos encantadas, además graciosa y simpática. Eva era la victima perfecta para ese depredador.

Ahora lo veo, el corderito mostraba su trofeo, como un objeto, orgulloso de que el fuese su dueño y señor. Mostrando al mundo entero toda su valía, robando la autoestima de Eva para tapar la basura de hombre que era.

Te lo debo Lucia, no quiero callar, estemos atentos a nuestro alrededor, quizás alguna mujer nos está pidiendo a gritos silenciosos ayuda. Apoyémoslas, extendamos nuestra mano, no las juzguemos, necesitaran de algo o a alguien a quien poder agarrarse para salir de su tortura.

Lucia valiente, tan pequeña y tan sabia. Un beso para ti y para tu mama coraje.

44 mujeres asesinadas en 2016, trece en lo que va de año.

1 de enero	Estefanía	24 años		Distrito de Hortaleza (Madrid)	pareja
4 de enero	Matilde T.	40 años		Madrid	pareja
15 de enero	Antonia G.A	33 años		Huércal de Almería	expareja
16 de enero	Blanca Esther M	48 años		Burlada (Navarra).	marido
18 de enero	Ángeles P.R.	79 años		Madrid	marido
28 de enero	Virginia F.V	55 años		O Carballiño (Orense)	marido
30 de enero	J.D.L.L.	40 años		Toledana de Mora (Toledo)	marido
3 de febrero	Bebe	1 año		Madrid	Padre
5 de febrero	Cristina M.	38 años		Toledo	marido
7 de febrero	Carmen G.	79 años		Barcelona	marido
11 de febrero	Laura N.N.	26 años		Toledo	pareja
13 de febrero	Madre e hija	46/18 años		Seseña (Toledo)	esposo/padre

“Esos datos son solo la punta del iceberg, una parte visible, pero sabemos con certeza que tras los mismos hay miles de mujeres sufriendo en este preciso momento”

Fuente:
http://www.estrelladigital.es/estaticas/mujeresasesinadasen2017.html
http://ibasque.com/mujeres-muertas-en-espana-por-violencia-machista/

Foto de portada: Luca Rubbi