Juntos
Dos de Corazones
Muy buenas tardes compañeros avernenses. Estoy on fire, hoy quiero comentaros sobre una situación espectacular.
Durante toda mi vida, me he interesado por los humanos, los demonios tenemos muy avanzada nuestra educación sexual, conseguimos cosas que a vuestros ojos serían impensables, pero como también sabéis me gusta de vez en cuando viajar al mundo humano y tomar vuestra forma para mezclarme con vosotros, con todas las personas y disfrutar de esa no perfección, de esos nervios ante el desconocimiento de todo aquello que está en oposición a este mundo infernal. Por ello, todas las veces con las que me he compartido con humanos, he decidido, porque así me gusta a mi, que esa situación sea de goce extremo, de compartirse al máximo, disfrutando ambas partes, o todas las partes que se quieran.
Lo que vengo a decir es que como ya he explicado en otras ocasiones procuro siempre proveer de orgasmos a mi pareja, y que ella a su vez me produzca los míos, como sabéis, abogo por un quid pro quo.
Durante toda la vida humana que a veces tengo, siempre he sido de proveer un orgasmo para que se me provea el mío y después repetir esta operación hasta quedar extasiados y extenuados, siendo magnífico el momento, un divertimento extremo, pero hace no mucho tiempo un nuevo campo se abrió para mí, la cuestión es que estando con mi compañera, manteniendo una relación sexual espectacular, profunda y bonita. En un momento dado mi orgasmo se avalanzó sobre mí, y coincidió con el suyo, fue una experiencia que me dejó absolutamente loco, nos reímos, nos abrazamos, nos besamos, fue jodidamente intenso. No quiero decir que este tenga que ser lo único que se pueda hacer, porque a veces sucede y a veces no, y todas las posibilidades se me antojan estimulantes. Lo que sí es cierto es que de vez en cuando la idea de trabajar para que el orgasmo sea común resulta interesante, probar cosas nuevas, diferentes posturas y ritmos, hacer en definitiva un poco de arte de toda esta situación, por ello os emplazo a hablar con vuestras parejas, comentar las necesidades de cada uno, hablar.
Recordad que durante el sexo se puede hablar y reír, especificando las preferencias, y sobretodo dejarse llevar, porque una vez estás conectado puede ser que se te regale un orgasmo mutuo, y eso, es jodidamente épico.
Con esta reflexión me despido, que he quedado. Un saludo, y a orgasmar se ha dicho
Atte. Dos de corazones